REPORTAJE
El motoconcho moviliza economía santiagueros
SERVICIO. ES MUY ACTIVO PORQUE CONECTA RÁPIDAMENTE LA ZONA URBANA
SANTIAGO.- En ciudades como Bonao, Puerto Plata y San Francisco de Macorís parecen enjambres, pero de un timón con dos ruedas. En Barahona, constituyen la principal fuente de empleo, sobre todo para jóvenes de las comunidades sureñas La Ciénega, Cabral, Salinas, Jaquimeyes, El Peñón, entre otras. Habilidosos y curtidos en el sol, la calle y el polvo, los motoconchistas van de un lado a otro sin respetar, casi nunca, la mínima señal de tránsito. Claro, los motoristas, mayoría en los registros sanitarios de traumas y accidentes, abren caminos y trasladan clientes y allegados por lugares donde no hay rutas formales para llegar a rincones apartados pero habitados. En fin, diariamente el motoconcho transporta miles de personas de zonas rurales y sub-urbanas que “se mueven” en la cola de motocicletas pagando desde 15 pesos en adelante. En Santiago, huérfano de las estaciones del Metro de Santo Domingo, pero con la promesa de tener un Tranvía, los coches están reservados para turismo y los conchos de cuatro gomas sólo se les ve por rutas establecidas hace décadas. En esta ciudad los motoconchos tienen paradas fijas, instaladas normalmente en la entrada de sectores populares hacia donde no circulan carros de seis pasajeros y las guaguas de mayor capacidad. Así lo confirma Amable Montero, presidente de la Ruta 23 domiciliada en la doble vía de la Villa Olímpica, Santiago. Allí hormiguean 64 motoconchistas, rotulados por la Oficina Técnica de Transporte Terrestre (OTTT), por mandato de su incumbente nacional Franklin Beltré. Una historiaAmable era albañil y “como la cosa se puso dura” se dedicó a conchar en el motor llenado con dos galones y cuarto de gasolina equivalente a 260 pesos. Debajo del techo construído por el Ayuntamiento, en la misma acera, Montero defiende el oficio que le ocupa desde hace décadas. “Nosotros compramos recetas, cargamos tanque de gas y quienes piden medicinas, se la compramos”, expuso . “El motoconcho es como el agua, si no existiera mucha gente estuviera muerta. Con quince pesos te llevan donde quiera, mientras que un taxi ida y vuelta cuesta trescientos”, agregó el sureño actualmente molesto por el auge de “piratas”, quienes con chalecos lumínicos, hacen carreras y a decir de Montero ”se le van a la gente con la receta y los cuartos ”. Increíblemente, el chaleco o franja, tatuado con un número de la OTTT y la insignia “PN” de la Policia, no lo venden ni por diez mil pesos. “Eso se saca en quince días”, confesó el motoconchista Virgilio de Jesús. Montero informó que un motoconcho se lleva entre 500 y 700 pesos diarios, en fin gana “mas que un guardia”. Lo triste es que “esos cuartos no se ven” y muchos de ellos han sido apuñaleados y atracados para hurtarle el motor. ÉxodoEl desplazamiento humano desde lo rural a lo urbano, la pobreza, cierre de zonas francas, desempleo, son elementos señalados como causantes de la proliferación del motoconcho en las ciudades, entre semáforos. Juan Marte, presidente de la Central de Trabajadores del Transporte (CNTT), considera que el fenómeno de los “padres de familia” enfilados en el motoconcho, surgió en los 80, debido al descalabro de la Zona Franca y la emigración del campo a la ciudad. Lo considera un adefesio para el sistema, pues, aparte de andar “como chivos sin ley”, muestra la incapacidad de las autoridades para eficienciar el tránsito. Se calcula en 366 mil los motoconchos repartidos en todo el país. Rosa Féliz, encargada de la oficina de tránsito del Ayuntamiento, aseguró que la OTTT es la entidad “que ha estado de manera no legal controlando el motoconcho”. OTRO PUNTO DE VISTA Y ORIGEN DEL SERVICIOP: ¿Por qué surge el motoconcho?R: “El origen se puede establecer como una respuesta a la demanda personalizada de transporte público de pasajeros. No surge como oferta, primero estaba la demanda, y al esta no ser satisfecha por el transporte formal, se crea la condición. Aunque es una respuesta inadecuada, cuando no hay oferta formal se dan las condiciones para la oferta informal. Nadie pagaría por ir en un motor si tuviera el servicio comparativo en un vehículo mejor, más seguro y confortable. Es la misma cosa que sucede con el delivery motorizado. En Santiago, que existe un sistema de transporte público de pasajeros organizado, el servicio de motoconchos está establecido en lugares donde no penetran las rutas formales, y hasta tienen paradas preestablecidas fuera del casco urbano. No en todas las ciudades es igual, hay que ver que en otros pueblos las autoridades e instituciones responsables de regularizar y establecer las normas se han descuidado y en el ámbito de competencias, cuando los responsables directos tratan de regular organizar y controlar el problema del motoconcho, pierde la autoridad porque por otro lado otra institución los registra, los rotula, les hace paradas, etc. Entonces, cabe la pregunta de quién le pone el cascabel al gato. P: ¿Son los motoconchos “utility” de la clase pobre?R: “El motoconcho y el delivery son resultado del costo del transporte ( el precio de los vehículos y el costo de operarlos). Si Dominos Pizza, Pizza Hut, McDonalds, y otras cadenas internacionales y nacionales decidieron utilizar motocicletas para hacer sus entregas por un asunto de costo de operación, lo mismo han hecho las farmacias, supermercados, colmados, pulperías, ventorrillos. El uso masivo de motocicletas es el resultado del costo y la utilidad, no tiene nada que ver con la clase social a la que sirva, quien está dispuesto a pagar por ese servicio lo paga, al igual que el taxi, el concho o la guagua. Es un asunto de precio y servicio. Oferta y demanda.