Al Mediodía

Almorzar un plato “diferente”: Gnoccis ¡de batata!

Ruta. El almuerzo lo hago en Storia Caffe, mientras el postre lo como en Granier. Están en la misma acera.

Interior de Storia Caffe

Interior de Storia CaffeAlexis Ramos B

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carmenchu brusíloffSanto Domingo, RD

Son casi las 2:00 de la tarde cuando, tras una larga diligencia, mi hijo Alexis y yo buscamos el lugar más cercano para almorzar: Storia Caffe, en la Plaza Galerías del Paseo. Se refiere al Paseo de los Locutores.

El local con aire acondicionado es pequeño. Apenas tiene en éste cinco mesas y un par de taburetes. En la terraza techada, que refresca con abanicos, hay muchas más. Pero con estos calores que hoy día abrasan la ciudad de Santo Domingo, si es a mediodía olvido terrazas.

De primera intención ofrecen el menú virtual. Alexis pide el físico. Lo preferimos. Del menú que ofrece varios platos fuertes, ensaladas, pescado y pizza, me llaman la atención, por lo raro, los Gnoccis de batata trufados, con hongos, espárragos y nueces (RD$.495).

Según me entero, es un invento de la dueña del negocio. Alexis, en cambio, no se arriesga a combinaciones extrañas. Va a lo que ya conoce: Lasagna Bolognesa (RD$ 550). Nos atiende Oliver.

Minimalismo

En lo que esperamos por largo tiempo, echo un vistazo al entorno: un espacio minimalista, sencillo. Una estantería de formas geométricas inclinadas, con libros, paquetes de café molido, tazones de café y algún otro detalle decorativo, junto a un mural de tenue tonalidad crema y blanco, con siluetas apenas visibles de árboles, me queda de frente.

Gnoccis de batata.

Gnoccis de batata.Alexis Ramos B.

El techo cubierto de ramas verdes artificiales proyecta la naturaleza. A nuestro lado, (era la única mesa vacía al llegar), la vitrina con postres. Uno parece bizcocho borracho. Otro dice un cartel que es ‘Basque cheesecake’. ¿Un bizcocho de queso vasco? Me pregunto cómo será. La que es ya mi habitual petición de té de manzanilla al sentarme a la mesa (para tomar las medicinas requeridas al empezar a comer) lo traen en rama, infusionando en moderna tetera trasparente. Cuando tras largo rato llega la comida, mi paladar degusta el sabor de la extraña combinación. Se deja sentir ligeramente el sabor dulce de la batata mezclado con los hongos. hay pocas nueces y, de espárragos, un par de hilos. Pero por el precio, no se puede exigir más. Quedé conforme. A Alexis le agradó su pasta. 

Para el postre, nos vamos a Granier. Con mi bastón de un lado, y por el otro Alexis sujetándome, camino de esquina a esquina sin problemas. (Alexis Ramos Brusíloff toma las fotos para este artículo en Listín Diario).

Caracola

La Caracola es un cucurucho relleno de chocolate de la panadería y repostería Geranier, en Plaza La Francesa. Recién hechos, me encantan. Los venden de a tres, que acompañé de café descafeinado.

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