Ciudad Colonial
Campanario de la Catedral: en una torre truncada
Cerca. En el local donde estaba Casa Brugal se reunían altos mandos de la revolución de 1965.
A la hora del atardecer, cuando los monumentos de la Ciudad Colonial proyectan una mágica tonalidad dorada, tengo ante mis ojos el campanario de la Catedral. A mi derecha, en la esquina, el edificio donde en el primer piso estuvo Casa Brugal. Representan dos épocas distintas de la historia dominicana: los años de la colonia y los meses de la revolución de 1965. Es en dicha tesitura que mi hijo Alexis toma la foto para mostrar ambos. Es que en uno y otro han incidido asuntos militares. En el caso del campanario, porque al conocerse que su torre alcanzaría una altura mayor que la cercana Torre del Homenaje de la Fortaleza, que mide 18 metros y medio, se consideró que podría perjudicar la defensa militar. Ante ese temor, la Corona, en base a un informe de la Audiencia, obligó a interrumpirla. La torre, iniciada hacia el año 1543, quedó trunca. El campanario, de ladrillo, se construyó a mediados del siglo XVII.
Durante la revolución
En cuanto al edificio en la esquina suroeste de las calles Arzobispo Nouel y Arzobispo Meriño, lo traigo a colación porque en uno de los apartamentos se reunían a veces miembros del Estado Mayor constitucionalista. Es que en esos pisos se quedaron viviendo, entre otros, Johnny Naranjo y su esposa Yolanda Vallejo y era a su residencia donde buscando un poco de relax en algún alto de las acciones bélicas, acudían Francis Caamaño, Hugo Tolentino, Jottin Cury, Quique Acevedo, José Luis Rodríguez, Tirso Mejía… En el edificio también residían durante la revolución Alicia y Milán Lora, Sonia y Toñito De Castro. Luego se les unió Rafael Calventi. (El recuerdo no es mío. Es de Yolanda que tiempo atrás así me contaba).
Fue en casa de Yolanda cuando, asomándose a una ventana, alguien vio sombras extrañas en la noche. Alertado, Hugo Tolentino llamó a José Antonio Mayobre, representante del secretario general de las Naciones Unidas, quien le advirtió: ‘Traten de salir. Hoy es la noche de San Bartolomé.’. (Alude a la matanza de hugonotes en París en 1572). Pero no había tiempo. Las tropas del CEFA estaban ya entrando a la zona constitucionalista. Ante el miedo de no saber qué les esperaba, Yolanda se puso a barrer y a barrer. Así no pensaba. Por suerte, no ocurrió. Las tropas se habían detenido en una calle cercana. Se supone que pudo ser por alguna orden emanada de los americanos.
Campanario
La planta de la base de la torre, de piedra de cantería cortada en sillares, es un cuadrado cuyos lados, según señala María Ugarte, miden cada uno cerca de 14 metros.