En la Ciudad Colonial

Café, comida vegana, dulces, helados…

En un corto trecho de la Arzobispo Meriño son diversas las ofertas para el paladar.

La cafetería Barista funciona en una restaurada casa del siglo XVI.

La cafetería Barista funciona en una restaurada casa del siglo XVI.Alexis Ramos B.

Cae la tarde de un día laborable cuando, desde el estacionamiento que funciona en la Arzobispo Meriño, mi hijo Alexis me sirve de cicerone y fotógrafo en este entorno de la Ciudad Colonial. En un pequeño centro comercial, en Arzobispo Meriño con Mercedes, en la acera donde alquilan motocicletas eléctricas, está Antojao. Me gusta su dulce de naranja de Nagua que hoy no tienen y su sencilla decoración inspirada en el campo criollo. En la esquina de al frente, el antiguo Hotel Francés, cuya construcción se fija en el siglo XVI, aunque con varias remodelaciones. Hoy día sirve como sede de eventos y actividades diversas. Hacia su amplio patio central se asoma desde el segundo piso un largo balcón corrido con barandilla en hierro.

En Jalao la decoración es campestre.

En Jalao la decoración es campestre.Alexis Ramos B.

En nuestro caminar, no esperaba tener que escuchar una competencia de altavoces con música estrepitosa desde dos comercios cercanos entre sí. Nos detenemos frente a la esquina suroeste de Meriño con Luperón, para admirar el bellamente restaurado edificio de 1926. Durante largo tiempo alojó el famoso supermercado Casa Velázquez. Aún lo recuerdo. A unos pasos hay una cafetería: una sucursal de Casa Barista. Además de su buen café, chocolate, etcétera, ofrecen comida vegana, con concepto 100 por ciento gluten free. Tan pronto estoy en su interior llama mi atención, en la pared de al fondo, una estantería llena de libros. Curiosa pregunto a una camarera quién los lee. ‘Los turistas vienen, esperando su check in. Toman café. Cogen un libro…’ Los turistas a los que especialmente se refiere son a los que se alojan en un cercano hotel. El concepto me gusta. E igual la ambientación. No es para menos. Es una casa del siglo XVI excelentemente restaurada, donde resaltan sus arcos en ladrillo y las gruesas tuberías a la vista.

Edificio de la antigua Casa Velázquez.

Edificio de la antigua Casa Velázquez.Alexis Ramos B.

Al salir me pregunta Alexis, ‘¿Te apetece un helado? Es que justo estamos ante la puerta de la heladería Häagen Dazg. ‘Ni sí, ni no, pero vamos’, le respondo. Es que al exterior hace mucho calor y el cuerpo necesita refrescarse. Alexis pide una barquilla. Yo dudo hasta que me decido por una de raspberry con agua. Es una segunda bola que los martes dan gratis a quien compra una barquilla. Me siento a una mesita y en la servilleta de papel leo un escrito: ‘Si eres como todos los demás, estás perdido’. Su autor es Reuben Mattus, fundador de Haagen Dazg. La frase da que pensar. 

Fachada del Mosquito Boutique Hotel.

Fachada del Mosquito Boutique Hotel.Alexis Ramos B.

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Adornos

La fachada junto a la heladería está adornada con siluetas de mosquitos. Es la casa que aloja el Mosquito Boutique Hotel, con un bar de escasa iluminación. Una puerta abre hacia el pasillo del hotel y patio. Echo un vistazo. Es lindo.

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