DESTINO
Un viaje al pasado en el corazón de Seúl
En la moderna capital de Corea del Sur, palacios antiguos abren sus puertas al visitante que desea asomarse a su historia o, ¿por qué no?, sentirse parte de ella. Comunicadores hispanoamericanos visitaron dos de los complejos reales más importantes de la ciudad.
En un pequeño local de la calle Samcheong-ro, en Seúl, turistas hispanoamericanas escogen entre decenas de coloridas opciones el atuendo que lucirán la próxima hora y media. Una vez deciden el tono y diseño de la falda, las dependientas seleccionan la prenda superior y las ayudan a vestirse: primero la enagua con aros; luego la falda que cubre desde el busto hasta los tobillos, y, finalmente, la blusa, de mangas largas y con lazada al frente. Accesorios para el pelo completan el atavío.
Las turistas, parte del grupo de comunicadores y creadores de contenido que viajaron a Corea del Sur para el evento Galaxy Unpacked organizado por Samsung, se visten con el hanbok, traje tradicional coreano, en una de las tantas tiendas dedicadas a alquilarlo a excursionistas locales y extranjeros.
Se preparan para recorrer, al otro lado de la calle, el palacio Gyeongbokgung, en el cual más temprano presenciaron el cambio de guardia real, representación escenificada dos veces al día que recrea una ceremonia surgida en 1469.
Según el portal de la Administración del Patrimonio Cultural de Corea, hay cinco palacios reales en Seúl: Gyeongbokgung, Changdeokgung, Deoksugung, Changgyeonggung y Gyeonghuigung.
En la moderna capital de Corea del Sur, estas antiguas edificaciones abren sus puertas al visitante que desea asomarse al pasado o, ¿por qué no?, sentirse parte de él (o, al menos, recordar algún k-drama histórico ambientado en la era Joseon).
Palacio Gyeongbokgung
El palacio Gyeongbokgung, edificado en 1395 y con una superficie aproximada de 500,000 metros cuadrados, fue el palacio principal durante la dinastía Joseon (1392-1910). En esta mañana de verano, para los turistas que desafían las altas temperaturas enfundados en un hanbok, se convierte en una espectacular locación para capturar hermosos recuerdos.
Sus terrenos albergan tesoros nacionales como el salón Geunjeongjeon, sala del trono donde los gobernantes manejaban los asuntos estatales, y el pabellón Gyeonghoeru, escenario de banquetes reales y recepciones de dignatarios extranjeros. Además, tesoros como el salón Sujeongjeon, asiento de la Academia de Notables en la que nació el alfabeto coreano. Los visitantes solo pueden ver y fotografiar el interior de los salones a través de puertas y ventanas.
Para el grupo procedente de Hispanoamérica, no se trata del primer recorrido de este tipo. Apenas en la víspera, tuvo la oportunidad de conocer el palacio Changdeokgung, famoso por sus jardines e inscrito en la lista del Patrimonio Mundial de la Unesco en 1997.
Palacio Changdeokgung
Changdeokgung, construido en 1405, fungió como palacio principal por un largo período en el que Gyeongbokgung, quemado durante la invasión japonesa de 1592, permaneció abandonado.
Este complejo real se destaca, según la guía del grupo, que pidió que la llamaran simplemente “K”, como un modelo del estilo arquitectónico tradicional coreano (la distribución del palacio Gyeongbokgung, por el contrario, corresponde al estilo chino).
Dentro de sus linderos, de cerca de 480,000 metros cuadrados, se encuentra uno de los puentes de piedra más antiguos que conserva Seúl y la residencia donde pasó sus días finales la última princesa coronada de Corea.
Igual que en el palacio Gyeongbokgung, en el patio de Changdeokgung hay tres calzadas paralelas: la del centro, ligeramente más elevada, reservada para el monarca; las otras dos, para los miembros de la corte. En el patio frente al salón principal, hitos de piedra lucen grabados con los cargos de los funcionarios del reino.
Bukchon Hanok Village
El grupo de turistas latinoamericanos completó su visita al palacio Changdeokgung con un recorrido por la cercana Bukchon Hanok Village, pintoresca zona con casas de estilo típico de la era Joseon, otra muestra de la combinación de tradición y modernidad que conviven armoniosas en Seúl.