senderos

Empatía: cómo pequeños gestos cambian el mundo

Debemos educar y educarnos practicando la empatía en nuestra cotidianidad.

Debemos educar y educarnos practicando la empatía en nuestra cotidianidad.pixabay

Avatar del Listín Diario
ana mirtha vargasEspecial para Listín Diario
Santo Domingo

Ponernos en el lugar del otro es una virtud que necesitamos seguir cultivando, pero a menudo se pasa por alto. Los cuidadores, quienes dedican su tiempo y energía a atender a otros, son un claro ejemplo de personas que frecuentemente son relegados y excluidos. Estos individuos, que pueden ser padres, profesores o profesionales de la salud, a menudo son vistos como figuras infalibles, como si no tuvieran también carencias y necesidades

En muchos casos, hijos desconsideran los esfuerzos de sus padres llegando a agredirlos verbal o físicamente. De igual manera, los alumnos pueden ser insolentes con sus maestros, olvidando que estos también merecen respeto y comprensión. 

En situaciones cotidianas, como al aparcar un automóvil, la falta de empatía se manifiesta cuando las personas ocupan más espacio del necesario, sin pensar en la escasez de parqueos y que otros conductores también necesitan estacionarse. 

Las parejas, por su parte, a menudo se centran en sus propias necesidades y deseos, dejando de lado los sentimientos y necesidades de su compañero.

Para fomentar una sociedad más empática debemos educar y educarnos practicándola en nuestra cotidianidad. La empatía favorece el mejoramiento de nuestras relaciones personales, y una comunidad más comprensiva y solidaria, es una necesidad para un mundo más humano y justo. 

Tags relacionados