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¿Quién educa al pueblo?

“Amar es cumplir la Ley entera”

Los mandamientos no son una carga pesada. Dios los ha puesto para orientar nuestra vida en ese caminar hacia Él.

Maruchi R. de Elmúdesi

Maruchi R. de ElmúdesiArchivo LD

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María Teresa R. ElmúdesiSanto Domingo, RD

¿Qué es amar? Mucho se ha hablado de esta palabra. Pero, si queremos saber lo que es el amor, debemos conocer bien “La Palabra”: San Pablo, que no conoció personalmente al Señor, era el que más claro hablaba del amor. Incluso en las bodas los que se van a casar por el Sacramento escogen ese amor incondicional del uno por el otro.

San Pablo nos dice en su carta a los Romanos, que deberíamos aprenderla de memoria porque es lo mejor que se ha escrito sobre el amor: “Todas las deudas puedan ser saldadas excepto la deuda de amar”.

La caridad siempre se debe, todos tenemos esa deuda con los demás que nunca termina de ser pagada. El cristiano que ama sólo cumple con su deber, no hace ningún acto de heroísmo que merezca elogios o reconocimiento. El otro tiene derecho a echarnos en cara esa deuda de amor que tenemos con él.

Jesús nos hace recordar la centralidad del amor de Dios y al prójimo, expresado ya en el Antiguo Testamento. Toda Ley y los Profetas (A.T.) se concretan en el cumplimiento del mandamiento del amor en sus dos dimensiones: a Dios y al prójimo. Jesús ha sumado y hecho inseparables los dos mandamientos señalados explícitamente en el A. T.: amar a Dios por sobre todas las cosas y al prójimo como a ti mismo. (Lev 19,18) (Tomado del Padre Lorenzo Ato)

El prójimo es alguien de carne y hueso que está junto a nosotros, o por el hermano, el cual vemos en el camino y cuando pasamos junto a él. Ese amor supone el respeto por el otro, por su vida, su dignidad. Si amas al otro, defiendes su vida y sus derechos, le das la bienvenida, no le robas, no lo calumnias, no cometes adulterio, etc., etc., es decir, cumples los mandamientos del decálogo.

Los mandamientos no son una carga pesada. Dios los ha puesto para orientar nuestra vida en ese caminar hacia Él. ¡Amén!