Oscar de la Renta: el legado y trayectoria del gurú del glamour

Un día como hoy, 91 años atrás, el país vio nacer a unos de los principales embajadores de la moda dominicana. El responsable de marcar relevantes antecedentes para la industria a nivel internacional y conquistar el terreno de la Alta Costura: Oscar de la Renta. Dentro del mundo de la moda, su llegada al éxito estaba predicha desde sus inicios.

Su atracción por el arte, su capacidad para ilustrar y el hecho de haber sido aprendiz de grandes figuras, como el mismísimo Cristóbal Balenciaga, ayudaron a forjar las bases técnicas y creativas del futuro diseñador. Aquellas que se convertirían en el motor de una carrera y trayectoria digna de admirar. Conoce algunos de sus puntos más relevantes.

Primer latino en diseñar para Balmain

A principios de los 90, De la Renta empezó su recorrido como diseñador para la casa de moda francesa Balmain. Este acontecimiento lo convirtió en el primer latinoamericano en ocupar el puesto, además de ser el primer diseñador americano en dedicarse a la alta costura en París. Estuvo por un largo tiempo en esta posición hasta su retiro en el 2002, debido al crecimiento exponencial que su marca homónima estaba teniendo y a la gran atención que ahora demandaba para él.

Su participación en la histórica ‘Batalla de Versalles’

A finales de 1973, en Francia, tuvo lugar uno de los mayores y más memorables momentos dentro del mundo de la moda: la histórica ‘Batalla de Versalles’. Un desfile, organizado por la publicista Eleanor Lambert, donde se produciría un “enfrentamiento” entre diseñadores franceses y estadounidenses. Todo esto con el propósito de recaudar fondos para la renovación del Castillo de Versalles. El evento reunió, bajo un mismo techo, a diseñadores como Yves Saint Laurent y Hubert de Givenchy, además de invitados élite como Grace Kelly y Liza Minnelli.

De la Renta formó parte del equipo norteamericano y fue el encargado del gran cierre de la presentación del grupo. Una que, de acuerdo a los presentes y registros, fue sensacional y exuberante. Al final de la ‘batalla’, los invitados eligieron a los estadounidenses como la agrupación ganadora.

Vistiendo primeras damas y princesas

En la década de los 60, y de la mano del ícono de estilo Jacqueline Kennedy, De la Renta haría su debut en la Casa Blanca. Durante una visita oficial a la India, ‘Jackie’ (como también era conocida) lució uno de los diseños del dominicano. A partir de entonces, el historial de genuinas amistades entre el modisto y las primeras damas estadounidenses posteriores, tales como Hillary Clinton y Nancy Reagan, dieron rienda suelta.

En 1990, la realeza europea entró en su cartera de clientes cuando la princesa Diana de Gales hace una aparición pública en Hungría, luciendo una de sus creaciones.

Ganador de múltiples premios y reconocimientos internacionales

Gracias al talento, trabajo e incluso a su tan característica manera de vestir, De la Renta fue galardonado con un sinnúmero de premios y reconocimientos a lo largo de carrera. En 1967, recibió un Coty Award. En los años 1990, 2000 y 2007 ganó el CFDA Lifetime Achievement Award (premio a la trayectoria), otorgado por el Consejo de Diseñadores de Moda Americanos, quienes también lo condecorarían con el premio al Diseñador del Año.

En 1973, adquirió un puesto en el Salón de la Fama de la Lista Internacional de los Mejor Vestidos. Igualmente, en el 2002 obtuvo una Aguja de Oro y, en el 2014, recibió la Medalla a la Excelencia del Carnegie Hall en Nueva York. Además de estos, De la Renta fue laureado con múltiples reconocimientos por sus labores filantrópicas en República Dominicana y otras partes del mundo.

No quedan dudas de que, tal y como se afirma en Vogue, “todo lo que De la Renta toca se convierte en oro”. La carrera, trayectoria y posteriormente, el legado de este diseñador dominicano así lo confirman.

Un astro de la moda que supo crear una convergencia entre la sofisticación europea y el sabor caribeño, enlazados a elementos que se apoyan en la elegancia y femineidad, factores diferenciadores del ADN de su marca. Supo ganarse el corazón de muchos y el respeto de toda una industria. Una admirable representación dominicana a nivel internacional, merecedor del reconocimiento que hoy posee.