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El decir y no hacer: que la indisciplina no interfiera con tus metas este nuevo año
En los 25 años que César Cordero tiene ayudando al desarrollo personal de la gente, las dos barreras que se han vuelto una constante en la mayoría de los casos y que impiden que las personas puedan lograr sus metas son la inconsistencia y la indisciplina.
El Año Nuevo está a la vuelta de la esquina y desde ya hay quienes tienen plasmados los objetivos que pretenden lograr en este nuevo ciclo que comienza, pues diciembre se ha convertido en una especie de tradición para fijarse metas y retos para el nuevo año.
Cesar Cordero, quien tiene ocho años como master trainer y es coach de oratoria personal, explica que por tradición diciembre es el mes donde más metas se establecen “por el sentido de que siento que voy a comenzar un año nuevo, entonces al comenzar un año nuevo quiero también retarme y ver qué cosas nuevas puedo conseguir mejorar”.
Sin embargo, asegura que en los 25 años que tiene ayudando al desarrollo personal de la gente, las dos barreras que se han vuelto una constante en la mayoría de los casos y que impiden que las personas puedan lograr sus metas son la inconsistencia y la indisciplina.
“El decir y no hacer, el querer y no trabajar, el desear y no hacer lo que hay que hacer… ese propósito que se fijan no le dan el valor en función de la disciplina”, sostiene el coach quien agrega que cuando se organizan los objetivos de corto, mediano y largo plazo y se le fija esfuerzo y un tiempo adecuado el proceso será más productivo.
Indica que a la hora de plantearse una meta se debe tomar en cuenta que la misma sea realista y demande cierto nivel de esfuerzo, puesto que si la meta es irreal, esta se convierte en una aspiración, un sueño que va a depender del azar.
“Tú tienes que crear metas realistas, que te reten a hacer algo diferente y que con tu esfuerzo, disciplina y dedicación las puedas alcanzar”, dice Cordero, señalando que otra recomendación es que las metas y objetivos que se quieran alcanzar sean elementos que generen un balance en la vida.
“Por ejemplo, yo tengo que proponerme metas en mi área de trabajo, pero que ahí yo saque metas para mi vida personal, que yo me ponga metas en el área financiera. Ahorrar, de cómo voy a controlar mis gastos, cómo puedo generar algún ingreso adicional. Metas con relación a la familia”, asevera.
Ante la inquietud de si existe un límite recomendado de metas para que estas no causen una saturación y que la persona sienta que son muchas a la vez, el master trainer dice que el límite será en función de la capacidad de la persona, su trabajo, esfuerzo y dedicación, pero que lo ideal es que se fijen objetivos importantes que incluyan metas.
“Que a cada objetivo le pongan pequeñas metas, entre tres y cuatro, con eso tú tendrás suficiente para trabajar, llevar una vida en balance y poder ver resultados en diferentes áreas de tu vida o en una sola. Por eso yo siempre promuevo que las los objetivos de tu vida entre año y año sean intencionales en las áreas importantes”, dice.
Vida personal y qué quisiera hacer para sí mismo son áreas importantes para poner metas. Así como la salud y el área espiritual, explica Cordero.
En cuanto a las metas que no se lograron este año añade que se debe ver hasta dónde se logró avanzar y evaluar qué pasó.
“Si yo tenía una meta este año de ahorrar una cantidad de dinero y nada más logré ahorrar la mitad, entonces yo tengo que evaluar qué fue lo que pasó… Pero veo que si pude ahorrar la mitad, ahora déjame organizarme para el año próximo”, concluye.