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Manifestación y realidad: el poder de las afirmaciones 'Yo soy'

Ana Mirtha Vargas

Ana Mirtha Vargas

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ana mirtha vargasEspecial para Listín Diario
​Santo Domingo

La generación X, los Baby Boomers y generaciones anteriores se adentraron en la búsqueda espiritual explorando distintas vías de autorrealización, a través de distintas filosofías y misticismo, muchos en la metafísica, aún sin utilizar el nombre. Estos buscadores de respuestas fundamentales sobre quiénes somos, de dónde venimos y hacia dónde vamos, encontraron guía en los estudios orientales, filósofos y más contemporáneos del Conde Saint Germain, Conny Méndez, Muñeca Géigel, Florence Scovel Shinn, y otras escuelas de sabiduría universal que se fueron desprendiendo de conocimientos ancestrales que se pierden en la noche de los tiempos.

Por lo que he visto, se va reciclando todo, hoy en día todo va adaptándose a una nueva psicología, pero la misma esencia. Otros nombres, y conceptos similares son utilizados en escuelas modernas. Uno de los términos de mayor trascendencia en este ámbito es la afirmación de la propia existencia: YO SOY. Esta declaración no sólo implica la identidad individual, sino que también reconoce la presencia de la fuerza creativa universal en cada ser humano. El "yo soy" es considerado clave para desbloquear el potencial interior y manifestar la realidad deseada.

Las afirmaciones y decretos basados en el concepto de "yo soy" tienen el poder de moldear la realidad y transformar la vida de las personas. Al afirmar positivamente con frases como "Yo soy amor", "Yo soy fe", "Yo soy abundancia" o "Yo soy salud", se activa la ley de la atracción y se manifiestan esas energías en la vida cotidiana. El Conde Saint Germain y Muñeca Géigel destacaban la influencia directa de las palabras y pensamientos en la realidad que se experimenta. De igual manera, Conny Méndez, Florence Scovel Shinn enfatizaban la importancia de utilizar estas afirmaciones para elevar la vibración personal y atraer experiencias positivas.

Jesús, el Cristo, también enseñó del Yo soy, frase que utilizó en reiteradas ocasiones. Muchas escuelas de sabiduría del pasado, de antes y después de Cristo, coinciden en conexión entre el poder de Dios o la energía universal, y nosotros mismos. Estamos hecho a “imagen y semejanza del Creador”.

Aprender a someter los pensamientos limitantes y los diálogos internos que sabotean nuestro bienestar es elemental para utilizar una de las herramientas más poderosas para el logro de nuestros deseos, la metafísica propone respuestas a los buscan el entendimiento de la forma en que operan las leyes universales y de nuestra propia existencia.

Una de las formas para acceder a esta energía de manifestación radica en alinear nuestros pensamientos con nuestras emociones de una manera positiva y categórica. Es imprescindible mantener una actitud mental en certeza, alejando y destruyendo las dudas que se asoman regularmente en nuestras mentes, practicando afirmaciones diarias para fortalecer nuestra conexión con el universo y crear la realidad que deseamos.

Estas instrucciones invitan a los individuos a tomar conciencia de su poder inherente y a utilizar afirmaciones de "yo soy" para transformar su vida. Al reconocer la conexión entre la identidad personal y la fuerza creativa universal, se abre un camino hacia la manifestación de una vida plena y satisfactoria.

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