Los chimpancés buscan plantas medicinales cuando están enfermos
La corteza y la resina del árbol de caoba del este de África (Khaya anthotheca) y las hojas de un helecho (Christella parasitica) mostraron potentes efectos antiinflamatorios
Los chimpancés parecen consumir plantas con propiedades medicinales para tratar sus dolencias, según un nuevo estudio dirigido por la Universidad de Oxford y publicado en PLOS ONE.
Muchas plantas producen compuestos que tienen efectos medicinales en los seres humanos y otros animales. Los chimpancés salvajes comen varias plantas diferentes, incluidas algunas que son nutricionalmente pobres pero que pueden tratar o aliviar los síntomas de la enfermedad. Sin embargo, hasta ahora ha sido difícil determinar si los chimpancés se automedican, buscando intencionalmente plantas con propiedades que ayuden a sus dolencias específicas, o consumen pasivamente plantas que resultan ser medicinales.
Para investigar esto, un equipo de investigadores combinó observaciones de comportamiento de chimpancés salvajes (Pan troglodytes) con pruebas farmacológicas de las plantas potencialmente medicinales que comen. Monitorearon el comportamiento y la salud de 51 chimpancés de dos comunidades en la Reserva Forestal Central de Budongo en Uganda, que estaban habituados a la presencia de humanos.
A continuación, recogieron extractos de plantas de 13 especies de árboles y hierbas de la reserva que sospechaban que los chimpancés podrían estar utilizando para automedicarse. Entre ellas se encontraban plantas que observaron que comían los chimpancés enfermos o heridos, pero que no formaban parte de su dieta normal, y plantas que investigaciones anteriores habían sugerido que los chimpancés podrían consumir por sus propiedades medicinales.
A continuación, se analizaron los extractos para determinar sus propiedades antiinflamatorias y antibióticas en la Universidad de Ciencias Aplicadas de Neubrandenburg, dirigida por el Dr. Fabien Schultz.
Los investigadores descubrieron que el 88% de los extractos de plantas inhibían el crecimiento bacteriano, mientras que el 33% tenía propiedades antiinflamatorias. La madera muerta de un árbol de la familia de las adelfas (Alstonia boonei) mostró la actividad antibacteriana más fuerte y también tenía propiedades antiinflamatorias, lo que sugiere que los chimpancés podrían consumirla para tratar heridas. Curiosamente, la Alstonia boonei también se utiliza como planta medicinal en las comunidades del este de África para tratar diversas afecciones, incluidas infecciones bacterianas, problemas gastrointestinales, mordeduras de serpientes y asma.
La corteza y la resina del árbol de caoba del este de África (Khaya anthotheca) y las hojas de un helecho (Christella parasitica) mostraron potentes efectos antiinflamatorios. Los investigadores observaron a un chimpancé macho con una mano herida que buscaba y comía hojas del helecho, lo que podría haber ayudado a reducir el dolor y la hinchazón. También registraron a un individuo con una infección parasitaria que consumía corteza del árbol de espino de gato (Scutia myrtina), que nunca antes se había observado que los chimpancés de este grupo comieran. Las pruebas revelaron que esta corteza tenía propiedades tanto antiinflamatorias como antimicrobianas.
Los resultados proporcionan evidencia convincente de que los chimpancés buscan plantas específicas por sus efectos medicinales. El estudio es el análisis más profundo hasta la fecha que combina evidencia farmacológica y conductual de los beneficios medicinales para los chimpancés salvajes de alimentarse de corteza y madera muerta.
La autora principal, la Dra. Elodie Freymann, de la Escuela de Antropología y Etnografía de Museos de la Universidad de Oxford, dijo en un comunicado: "Para estudiar la automedicación de los chimpancés salvajes hay que actuar como un detective, reuniendo evidencia multidisciplinaria para reconstruir un caso. Después de pasar meses en el campo recopilando pistas conductuales que nos llevaron a especies de plantas específicas, fue emocionante analizar los resultados farmacológicos y descubrir que muchas de estas plantas exhibían altos niveles de bioactividad".
Dado que tanto las bacterias resistentes a los antibióticos como las enfermedades inflamatorias crónicas se están convirtiendo en desafíos urgentes para la salud mundial, los investigadores señalan que las plantas medicinales que crecen en la Reserva Forestal Central de Budongo podrían ayudar al desarrollo de nuevos medicamentos valiosos.