Fábulas en Alta Voz

Responsabilidad

Marta Quéliz

Esta es una palabra fuerte. Con mucho peso, pero que no todo el mundo asume en su máxima expresión. Con el tiempo se ha ido desgastando, y su ausencia puede sentirse en el hogar, con padres y madres que no juegan un buen papel para educar y formar a sus hijos. Puede percibirse en las escuelas cuando vemos maestros que no están preparados para la enseñanza. Y la extrañamos cuando vemos a ciudadanos que no cumplen con sus deberes y luego claman por sus derechos. ¡Qué lástima que un concepto tan importante como éste vaya en declive!

Viaje urgente a la ciudad fabulosa

Viendo esta realidad imperante que manda de vacaciones a la responsabilidad, decidí visitar una ciudad fabulosa donde poner en práctica este valor es el pan nuestro de cada día. No importa lo que toque hacer, debes ejercerlo apegado a los principios, y en especial, a este concepto. Como padre y madre, debes asumir el compromiso con todas las de la ley. Desde el nacimiento de los hijos hasta su mayoría de edad, los progenitores están en la obligación de proporcionar una crianza positiva, y salvaguardar sus emociones y su integridad física. Darle un buen ejemplo, sobre todo de patriotismo es parte de la tarea. Como profesor, es necesario que tengas los conocimientos necesarios para dispensar una enseñanza de alto nivel, y es responsabilidad de los centros educativos velar para que esto se cumpla a cabalidad.

Ciudadanos comprometidos

En aquel lugar fabuloso pude ver cómo la responsabilidad lleva a los ciudadanos a cumplir con su deber y así reclamar sus derechos. Cuando hay elecciones, por ejemplo, los habitantes aptos para ejercer el sufragio, no pueden poner pretexto. Son los máximos defensores de la soberanía. Todos se ponen a una para custodiar la diafanidad de los comicios. Eso de comprar votos, de vender cédulas, de gastar recursos del Estado para lograr la “victoria” no se estila en aquella ciudad. La abstención tampoco es una opción víable, como no lo es el votar para cuidar un puesto de trabajo. Allí los habitantes van a las urnas para fortalecer la democracia dejando o quitando a las autoridades según criterio. Jamás se venden por un pica pollo. Para ellos, tener una conciencia limpia y una comunidad en las mejores manos es lo único que cuenta. Por eso es que dan tanta importancia a la responsabilidad, pues así como la asumen ellos como ciudadanos, la ponen en marcha los candidatos escogidos. Tan distinto a lo que se vive en la realidad de este país donde el descalabro político ha llevado a la gente a no preocuparse ni ocuparse por el bienestar general, sino por el bienestar particular, y lamentablemente, eso es lo que queda evidenciado en las urnas. Ojalá aprendamos a ser más responsables con nuestros actos.

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