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Joel Mercado: “Incursioné en la lengua de señas para enseñar la palabra de Dios a quienes no podían escucharla”

Para este joven que lleva cerca de 18 años en esta área y que se ha dado a conocer por convertir en expresiones discursos y noticias, esta es una labor hermosa que decidió aprender para que personas con discapacidad auditiva entendieran la prédica en la iglesia.

Para Joel Mercado, ha sido un gran paso tener una ley de interpretación.LD

A Joel Mercado en LISTÍN DIARIO se le conoció por la periodista Dayana Acosta. Fue en los tiempos de la pandemia por el Covid-19. En ese momento, los medios de comunicación tuvieron que reinventarse y, la interpretación de lengua de señas se convirtió en una de las maneras a las que este periódico recurrió para montarse en tren de la inclusión. Es así como cada domingo, este joven tenía a su cargo un resumen de algunas notas de la semana.

Compromisos de trabajo no le permitieron continuar con este aporte que, a través de este medio, Joel hacía a la comunidad de personas con discapacidad auditiva. Eso sí, al parecer valió la pena, porque ¿quién no lo ha visto en televisión o en algún acto público? Es un muchacho famoso que, a base de profesionalismo y de la empatía que muestra hacia quienes necesitan de su interpretación, ha podido llegar muy lejos en el área de la lengua de señas.

Invitado para que cuente la historia que tiene detrás de esos gestos que hablan de solidaridad y de amor al prójimo, Joel llegó a LISTÍN DIARIO y poco tiempo bastó para que confirmara lo que dice este párrafo al inicio. “Incursioné en la lengua de señas para enseñar la palabra de Dios a quienes no podían escucharla”. No bien habló su boca cuando ya sus ojos lo confirmaban con un brillo que dejó al descubierto su satisfacción.

“Me dolía ver cómo esas personas iban a la iglesia y no podían escuchar lo que se hablaba. Me puse a aprender, y cada día me interesaba más en conocer sobre esto, hasta que decidí estudiar y capacitarme. Vino al país un grupo de misioneros a enseñar lengua de señas, lo hice, y continué preparándome aquí, y todavía me mantengo actualizándome para llevarle cada día un mejor trabajo a esa comunidad”. Lo dice convencido de que vive en un mundo muy cambiante.

“La gente creía que yo era sordo”

Tan grande es el respeto y la inclinación de Joel por la persona con discapacidad auditiva que, al preguntársele ¿qué te conmueve, qué te hace llorar…?, no perdió tiempo en responder: “Realmente, me pone muy triste ver cómo esta población no tiene acceso a ciertas cosas, los trabajos que pasan por no escuchar. De hecho, los medios de comunicación deberían estar más atentos a esta gente. Tú ves que en los videos, por ejemplo, no les ponen subtítulos, y si lo hacen es algo rápido, y ellos no se enteran de ciertas cosas. Las dificultades que enfrentan, a mí me conmueven”. Sus ojos lo testifican.

Su compenetración con las personas que necesitan de su trabajo es de tal manera que: “Oh, mucha gente creía que yo también era sordo”, se ríe porque de haberlo sido, él también hubiese necesitado de alguien que le ayudara a él. “Pero aunque no lo sea, siempre me he puesto en sus zapatos, y siento mucho respeto por esta población, pues sólo ellos saben lo que pasan. Para que tengas una idea, cuando las tormentas Olga y María, hubo informaciones que no llegaron a ellos debidamente. De hecho, durante esos dos fenómenos, yo aprendí mucho y traté de aportar mucho también para que estuvieran informados, dentro de lo que pude”. Para Joel es vital que las informaciones lleguen a esa población con claridad. Por ello apoya la recién promulgada ley 43-23 que reconoce la lengua de señas como medio de comunicación oficial y ordena a las instituciones públicas y medios de comunicación a utilizar intérpretes para que las personas con discapacidad auditiva comprendan los mensajes.

La lengua de señas es interpretar palabras, emociones y acciones

Cuando Joel Mercado decidió ser un profesional de la lengua de señas, en su familia llamó mucho la atención. Hace 18 años era raro que alguien se dedicara a esta labor. “Pero lejos de criticarme, me apoyaron. Ellos también son testigos de Jehová y sabían la importancia que esto tenía para llevar la palabra a la gente que no podía escucharla”. Antes de dedicarse a esta labor, ayudaba a su papá Elvio Mercado en los trabajos de plomería.

Su madre Modesta Peguero, a quien todos conocen como Daysi, ha sido una gran aliada, al igual que su hija Adele Anaís, y su esposa actual, mujeres que son su razón de vivir. También tiene tres hermanos. De todos ha recibido mucho apoyo, y ni hablar del que le tiene la población. Ya en la calle muchos lo conocen como “el que hace señas” en la televisión. No saben que detrás de esas interpretaciones hay más que gestos.

Lengua de señas en la educación

Ante la preocupación que muestra por las peripecias que atraviesan las personas que no pueden escuchar, se le preguntó sobre la ley 43-23, que acaba de promulgar el presidente Luis Abinader, y que ordena a las instituciones públicas y medios de comunicación utilizar intérpretes para que las personas con discapacidad auditiva comprenda los mensajes. A esto respondió, que la ve como buena y válida, pero entiende que debe pensarse en llevar la interpretación a los centros de enseñanza, incluyendo la educación superior.

En las universidades las personas con discapacidad auditiva tienen que llevar su propio intérprete, y esto eleva el costo de sus estudios. Yo he acompañado algunos, pero de verdad, no me gusta hacerlo porque cuando llega el momento de los exámenes hay que salir, y me parte el alma dejarle a su suerte, a veces sin entender”. Da muestra de su empatía, el joven que también labora en el Estado.

En fin, este profesional de la lengua de señas entiende que debe trabajarse en este aspecto para poder garantizarle a esa población una educación más inclusiva. “Pero la ley en sí está buena, la aplaudimos, pero me gustaría que esté incluido ese y otros puntitos”. Lo comenta con su hablar pausado, pero contundente.

Figuras fáciles de interpretar

A la interrogante de si hay personas que son más fáciles que otras de interpretar, el experto en el área no perdió tiempo en comentar: “La primera dama, doña Raquel Arbaje, es muy fácil de seguir la línea. También puedo decir que el presidente”. Pero no se quedó ahí. “Manny Cruz también me facilita el trabajo”. Se rio.

No se perdió tiempo en también preguntarle que quiénes son difíciles de interpretar. Es diplomático y se limitó a decir: “No te puedo decir que sea la persona, sino que hay trabajos que implican ofrecer datos que son difíciles de convertirlos en señas”. ¿Como los del Centro de Operaciones de Emergencia? “Bueeeno, podría ser”. Volvió a reír y decidió tocar otro punto interesante tomando como ejemplo los gestos de Juan Manuel Méndez García. “Es que, la lengua de señas no es sólo interpretar palabras, también hay que interpretar emociones y acciones. Para que tengas una idea, ahora cuando la tormenta que el director del Coe hizo unos gestos fuertes, pues yo debí expresarlos así mismo, con sentimiento, con la postura y todo lo que él asumió”. Mostró cómo lo hizo.

Riesgos de esta profesión

Como todo trabajo, la interpretación de la lengua de señas también tiene sus riesgos. Pero no son sólo dolorcitos de hombro, de dedos, ni nada que se parezca. “Nosotros podemos llegar a presentar dificultad física y hasta problemas cognitivos, porque no es fácil prestar la debida atención a lo que se habla para ir, sin perder el mensaje, entregándoselo a las personas con dificultad auditiva”. Hace unas señas para mostrar la agilidad que se debe tener para no perder el hilo. La remuneración de un intérprete de lengua de señas no es que sea la gran cosa. No dio el dato, pero sí asegura que la pasión y el amor con que realiza su trabajo pagan cualquier sacrificio.