Crónica de viajes
‘La Cangrejera’: nombre errado de una fuente monumento en Santo Domingo
Los refugiados españoles donaron la fuente a República Dominicana.
A corta distancia del reconstruido Fuerte de Santa Bárbara, en un recodo donde en la avenida Mella se gira en descenso hacia la calle Arzobispo Meriño, hay un pequeño parque arbolado. Apenas se distingue. Es que está rodeado de autobuses, pues aquí funciona un punto de control. No es, por tanto, fácilmente visible la fuente monumento que se levanta en su centro, por encima del nivel de la calle, desde donde se sube por unos peldaños. Para verla hay que saber que existe y, más aún, buscar dónde no haya un bus estacionado y desmontarse del vehículo. En mi caso, en el único sitio: junto a un enorme charco de agua en cuyo borde, sin mojarme, pude fijar los pies y retratar el conjunto. La foto del monumento es del gestor cultural Kin Sánchez, quien me facilita los datos, aclarando que están tomados del libro ‘Arquitectura Dominicana 1906-1950’, por Enrique Penson.
A esta fuente la llaman ‘La Cangrejera’, nombre que le fue dado en los tiempos en que, desde San Pedro de Macorís, los vendedores traían cangrejos vivos para comerciarlos en la capital, y los marchantes los ponían en la pileta para mantenerlos frescos. Años atrás supe de su existencia, pero al buscarla por el área de la iglesia (hoy Catedral) de Santa Bárbara, no la pude encontrar. Es que estaba en lo alto, por la zona del baluarte homónimo. El monumento es una fuente pública, diseñada por los arquitectos españoles exiliados Ortiz y Auñón. El pie de la ilustración del monumento, en un documento del Archivo General de la Nación, indica que fue donada en 1944 por los refugiados españoles a la República Dominicana.
(Los refugiados, entre los que se encontraba el famoso muralista español Vela Zanetti, eran personas que estuvieron del lado republicano en la Guerra Civil Española y a su término, con la subida del franquismo al poder, tuvieron que salir al exilio, pues en su patria podrían sufrir persecución política).
La donación de esta fuente, en el año 1944, se piensa que pudo estar incluida entre los actos de celebración del Centenario de la República. ‘Las partes amarillas son de granito que fue pintado’. Los ladrillos sufrieron la misma suerte durante una ‘reparación’ o ‘restauración’ realizada por la Alcaldía del Distrito Nacional en la primera década del 2000. ‘La tarja conmemorativa desapareció’. Obviamente ‘debido al vandalismo que asola nuestras obras de arte público’, dice Kin. De eliminarse dicha pintura recuperaría su belleza original.
Parque
El nombre oficial del parque en los planos del ADN, según investigación de Kin Sánchez, es San Carlos. Mientras que el que está en Villa Blanca, que es el sobrenombre de San Carlos de Tenerife, el ahora barrio de San Carlos, se denomina Abreu.