¿Sabes poner límites? Claves para marcar tus "líneas rojas"

Psicólogos resaltan que hay que ser exigente con el trato, no se puede tolerar según qué trato, si no te respetas a ti mismo lo normalizas

Piezas de juego de mesa

Piezas de juego de mesaFuente externa

En su último libro “Tus líneas rojas” (Zenith) Navarro aporta las claves y “herramientas de manera muy práctica, sencilla y clara” y con el “rigor” de la psicología para poner límites, cuidarse y protegerse emocionalmente de quien hace daño, tal y como afirma en una entrevista con EFEsalud.

“No estamos para perder el tiempo. Es para gente de la calle que tiene, por ejemplo, una pareja o una madre o un jefe tóxicos y doy recursos reales, necesarios, es lo que está en el libro”, explica Navarro.

Establecer prioridades

Él confiesa que decidió cambiar y empezar a poner límites cuando nació su hija. Desde entonces ella es su prioridad, y es que defiende que no se puede hacer un cambio profundo si no se realiza otro sobre las prioridades vitales.

Aboga por abandonar la prioridad de sentirse buena persona o de dar más importancia a las necesidades de otros e invita a empezar a ponerse a uno mismo primero.

“Estoy en contra del buenismo, el buenismo se ha acabado. Esas personas que provocan dolor son malas, tóxicas y te tienes que proteger de ellas porque si no, la salud mental se va al garete”, asegura.

“Hay gente que sobrepasa limites y tienes que marcarlos”, insiste el psicólogo que subraya que para convencernos de que una persona es tóxica cabe preguntarse qué huella emocional deja porque “muchas veces ignoramos ese dolor y damos por normal cosas que no lo son”.

A la pregunta de cuándo poner límites su respuesta es rotunda: “Cuando dices que tienes que poner límites vas tarde siempre”.

Seis claves para conseguir marcar límites

Establece seis conceptos clave para poder hacerlo, todos ellos igual de importantes, tal y como destaca el psicólogo que empieza por la autoestima y por no “autosabotearnos”; también por el autorrespeto, que es “la responsabilidad hacia uno mismo”.

Hay que ser exigente con el trato, no se puede tolerar según qué trato, si no te respetas a ti mismo lo normalizas”, apunta Navarro, para quien el hecho de comerse una bolsa entera de patatas fritas o dejar de hacer algo para que no se enfade la pareja, es lo opuesto a autorrespetarse.

También apuesta por la “asertividad proporcional” y en este sentido comenta uno de los ejemplos que pone en el libro para explicar el concepto: “no puedo apagar un incendio en la cocina con un hidroavión y un incendio forestal con un extintor doméstico”, recalca.

El autocuidado es otra de las claves y sobre este punto califica de “paradójico” el que haya gente que cuida de los demás pero no de ellos mismos.

Y la autoprotección y autodefensa también son vitales para conseguir poner límites. “Parecen conceptos similares pero no lo son, el primero es para que no tengas que llegar a defenderte, se trata de poner unas barreras, y el segundo es cuando ya te están atacando”, detalla el psicólogo.

Concepto PAL

Por eso defiende un concepto que expone en su libro, el que denomina “PAL”: la ‘P’, de “priorizar”, la ‘A’ de “avisar”, a esa persona de que no quieres seguir por ese camino; y la ‘L’ de “limitar”.

Todo ello se puede empezar también desde la infancia y para ello lo fundamental es tratar a los niños no como objetos, sino como personas. Adecuando el discurso a su edad y dejándole, dentro de unas posibilidades, tomar decisiones.

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