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Fallece Anabel: “Ya no volveré a tener a mi amada”

Con gran pesar y un dolor en su corazón, Joel De los Santos le dice adiós a su compañera de vida y madre de su hija. Luego de varios meses postrada a una cama, luego de un ataque de preeclampsia, su esposa que al igual que él, tenía discapacidad visual, partió a los brazos del Señor 

El padre de la niña, que también nació con glaucoma, solicita ayuda al presidente Luis Abinader para poder llevar la carga que le ha tocado sostener en medio de tanta miseria.

Foto de Joel de los Santos y su esposa Anabel durante un reportaje realizado por Listín Diario en noviembre de 2022, en el que se narró las dificultades de la familiaJorge Martínez- Archivo

Entre lágrimas y con dificultad para expresar con palabras lo que siente, Joel De los Santos, dio a conocer a reporteros de LISTÍN DIARIO que se le fue su amada. Se refiere a su esposa Anabel Rosario, quien falleció el pasado domingo, luego de permanecer por varios meses postrada a una cama.

Son muchos los dominicanos que de seguro recuerdan el caso de esta familia con discapacidad visual, que pidió auxilio a la población por las tantas dificultades que estaba atravesando luego de que Anabel cayera en coma por un ataque de preeclampsia durante el parto de su bebé.

Joel siempre supo que las expectativas de vida de su compañera no eran las mejores, pero nunca siempre albergó la fe de que algún día se pararía de la cama para ayudarlo a cuidar de la bebé que procrearon juntos y del hijo de 11 años que ella tenía antes de unir su vida a quien hoy la llora desconsoladamente.

La historia de Joel y Anabel

El país casi completo se conmovió con su historia publicada por este medio, las ayudas no tardaron en llegar. De vivir en una casita que apenas cabían, repleta de humedad, y ubicada en un lugar nada cómodo para ellos pasaron a residir en una casa propia en Santo Domingo Este, obra de la Fundación Jompéame.

Su calidad de vida cambió, dio un giro de 360 grados. Anabel estaba cómoda en una cama especial para ella, en una habitación con aire, atendida por buenos médicos y con comodidades que Joel nunca imaginó. Sin embargo, nada fue suficiente para detener el progreso de deterioro que su salud llevaba hasta conducirla a la muerte.

Hoy Anabel no sólo deja triste a su protector esposo, dejó en la orfandad a su pequeña niña, hoy de 10 meses y a su hijo de 11 años, ambos también con problemas visuales.

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