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APORTE

En Villas Agrícolas, ONG abre camino a la conciencia ecológica

Como parte de su labor en favor de los niños y adolescentes del sector capitaleño, Fundación Abriendo Camino promueve la educación ambiental.

Los niños y adolescentes reciben capacitación, realizan excursiones, cuidan un huerto urbano y participan en actividades de reciclaje, reforestación y limpieza. Fotos: cortesía de la fundación y Listín Diario

Los niños y adolescentes reciben capacitación, realizan excursiones, cuidan un huerto urbano y participan en actividades de reciclaje, reforestación y limpieza. Fotos: cortesía de la fundación y Listín Diario

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Jaclin CamposSanto Domingo, RD

En la azotea de un edificio de Villas Agrícolas, al noreste del Distrito Nacional, niños y niñas con sombreros de cana de ala ancha recolectan jengibre, arrancan maleza o echan un vistazo a los tomates. El grupo participa del cuidado de un huerto urbano en la Fundación Abriendo Camino, donde, por medio de esta y otras iniciativas, aprende sobre temas medioambientales.

Desde 2003, los diferentes programas de la organización sin fines de lucro, entre ellos nivelación escolar, apoyo psicológico y actividades culturales, han impactado a niños y adolescentes del sector (y, por extensión, a sus familias). Con el paso del tiempo surgió la necesidad de incluir entre esos programas la educación ambiental.

Con una población que ronda los 27,000 habitantes en 1.32 kilómetros cuadrados (el 28.6 % menores de 0 a 14 años, según el censo del 2010), el barrio capitaleño de Villas Agrícolas carece de áreas verdes para el esparcimiento o la siembra y, en cambio, posee diferentes industrias.

La educación ambiental “vino a crear un balance”, dice la directora de la fundación, Anokk Peña, quien define este componente como “un valor agregado” que contribuye con la “formación integral del ser humano”.

Estefanía Abreu, coordinadora de Educación Ambiental, explica que la conciencia ecológica debe fomentarse desde la infancia a fin de formar adultos que amen y respeten la naturaleza, y eso es lo que tratan de hacer desde Abriendo Camino.

Para ello, la fundación creó dos grupos de promotores del cuidado del medioambiente a los que denominó Brigada 3R (con niños de 6 a 10 años) y Brigada Verde (con adolescentes de 11 a 17 años). Sus miembros trabajan en el huerto, pero también reciben capacitación, realizan excursiones y participan en actividades de reciclaje, reforestación y limpieza.

Reciclaje

La fundación estableció en su local un centro de acopio para que los chicos clasifiquen y depositen el papel, cartón y plástico que colectan en sus hogares, y cada 15 días estos materiales se entregan a la Fundación de Saneamiento Ambiental de La Zurza (Fundsazurza).

“Queremos que, desde sus hogares, ellos vean la actividad de clasificación (de desechos) como algo normal”, explica Abreu.

La ecóloga y gestora ambiental considera que el éxito de la propuesta, denominada Yo Reciclo, se evidencia en la cantidad de materiales recogidos desde que se lanzara en 2022. Hasta mediados de marzo, habían entregado a Fundsazurza 393.45 kilogramos de papel, 359.05 de cartón y 776.83 de plástico (estas cifras solo incluyen lo traído por los menores a la fundación y no toman en cuenta lo recolectado como parte de otras iniciativas).

Peña destaca que este y otros proyectos fomentan la cultura del reciclaje en el barrio y, aunque por el momento estas acciones solo inciden en los volúmenes de recolección de desechos, luego podrán trabajar en la reducción.

En las escuelas

La entidad se ha propuesto extender el programa de reciclaje a escuelas y colegios. Busca impactar ocho centros educativos de la zona con capacitaciones sobre el manejo de residuos sólidos y con la instalación de puntos verdes para la clasificación de desechos.

Hasta marzo esta labor había llevado al personal de Abriendo Camino hasta el Palacio Escolar España, donde recibieron formación 800 estudiantes; al Liceo Manuel Aurelio Tavárez Justo, donde fueron alcanzados 273 jóvenes, y al centro Renovación y Avivamiento, donde recibió orientación un número no especificado de personas.

Huerto urbano

Ubicado en la azotea del edificio que ocupa la fundación, en la calle Félix Evaristo Mejía, el huerto constituye uno de los espacios favoritos de los chicos, que tienen aquí la oportunidad de entrar en contacto con la tierra y de aprender sobre el ciclo de vida de las plantas, el valor de la producción agrícola y de la agricultura sostenible.

María Sierra, agrónoma y vecina de Villas Agrícolas, es la técnica responsable del huerto, dedicado al cultivo orgánico de plantas medicinales, aromáticas y vegetales. Ella indica que los menores participan en la siembra y germinación (directa o en bandejas de germinación), la limpieza de la maleza y la cosecha.

Cultivan tomate, apio, cilantro, lechuga, jengibre y perejil, entre otros productos.

Una parte de la cosecha se entrega a los propios chicos; la otra se oferta a los moradores del sector en lo que han denominado mercaditos.

La experiencia del huerto ha hecho que varios de los niños y adolescentes motiven a sus familias a crear minihuertos caseros. Dio pie, asimismo, a una serie de charlas sobre plantas medicinales y a la edición de una guía sobre el mismo tema.

¿Qué dicen los niños?

Angi Similién y Breilen Gabriel, ambos de once años, forman parte de la Brigada Verde de Fundación Abriendo Camino y cuentan que en sus hogares tienen minihuertos en los que cultivan verduras como tomates, cilantro y orégano.

¿Lo que más les gusta? Plantar, limpiar malezas y participar en El Mercadito, dice Angi; cosechar y ver las plantas crecer, contesta, de su lado, Breilen, que se unió a la Brigada Verde en noviembre del 2022.

Eva Ortega, de diez años, también integra una de las brigadas de promotores del cuidado del medioambiente. Le encantan las plantas y los animales, por eso se puso feliz cuando su madre la llevó a la fundación.

En la escuela, lamenta la pequeña, no puede disfrutar de experiencias de aprendizaje como la que vive en el huerto.

Isael Martínez, de once años, y que supo de los programas de la fundación por medio de una amiguita, asiente: “Yo siento que aquí aprendo más”.

La fundación

Fundación Abriendo Camino promueve la educación integral y los derechos de niños y adolescentes de Villas Agrícolas. Lo hace a través de seis ejes: educación, protección, cultura, medioambiente, formación para el empleo y el desarrollo de liderazgo juvenil y participación.

Los programas de la organización, que en la actualidad benefician a unos 400 menores, se sostienen con financiamiento público, donaciones y aportes de empresas. El edificio donde opera pertenece a la Iglesia católica.

En la web: abriendocamino.org.do

Anokk Peña, directora de la Fundación Abriendo Camino, define la educación ambiental como un valor agregado que contribuye con la formación integral del ser humano.

Estefanía Abreu, coordinadora de Educación Ambiental, explica que la conciencia ecológica debe fomentarse desde la infancia a fin de formar adultos que amen y respeten la naturaleza.

María Sierra, agrónoma y vecina de Villas Agrícolas, es la técnica responsable del huerto orgánico, uno de los espacios favoritos de los chicos y chicas de la fundación.