TRIBUNA ABIERTA

Filosofía e investigación científica

La filosofía posibilita una mayor comprensión del mundo y de la realidad, ayuda a formular preguntas pertinentes y relevantes, es importante saber que mientras la ciencia observa la realidad, la filosofía la reflexiona.

Sylvana Marte

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Sylvana MarteSanto Domingo, RD

Hace unos días, un estudiante de metodología de investigación científica me preguntaba sobre la relación del proceso investigativo y la filosofía: ¿por qué tanto insistir con la filosofía cuando la metodología es algo distinto?

Tal como este joven, he observado, incluso, a profesionales con la misma interrogante y que, hasta cierto punto, ven la filosofía hasta con cierto “desdén” por pensar que son aisladas.

Si bien es cierto que en la antigüedad el concepto de filosofía y ciencia no estaba tan claro, hasta el punto de que había disciplinas propias de la ciencia que se consideraban del quehacer filosófico, para la época de la Revolución Científica, los métodos comienzan a diferenciarse y a verse de manera más clara.

Aunque tanto la filosofía como la ciencia comparten cualidades que las vinculan, hay aportes relevantes que la primera proporciona a la investigación científica, como por ejemplo establecer un marco teórico y conceptual que guíe el diseño, la realización y la interpretación de los resultados del estudio.

La filosofía posibilita una mayor comprensión del mundo y de la realidad, ayuda a formular preguntas pertinentes y relevantes, es importante saber que mientras la ciencia observa la realidad, la filosofía la reflexiona.

Ofrece al investigador o investigadora un esquema para la evaluación de la validez y la fiabilidad de los resultados, además que provee una comprensión crítica de las implicaciones sociales y políticas del estudio que se está realizando.

Otro aspecto importante es la reflexión ética, concediendo aspectos sobre cómo y por dónde encaminar una investigación atravesada por el “deber ser”.

También, la lógica, como parte de la filosofía que estudia las formas y principios generales que rigen el conocimiento y el pensamiento humano, es vital en el proceso de investigación, porque le permite razonar, buscar alternativas y elaborar conceptos para poder explicar los fenómenos.

Mario Bunge filósofo, físico y epistemólogo argentino, decía que la filosofía es la disciplina que se ocupa de las preguntas fundamentales sobre el ser humano y su lugar en el mundo, mientras que la ciencia se trata de un conocimiento sistemático de la realidad natural y social, obtenido mediante el método científico.

Para finalizar, acotamos que la filosofía juega un papel elemental en el proceso de investigación porque la ciencia se alimenta de la filosofía, pero la filosofía no se alimenta de la ciencia. Constituyéndose, el “filosofar” en una actividad eminentemente necesaria para poder hacer ciencia.