ENSEÑANZA
Buenas prácticas educativas: una luz al final del túnel
Si asumimos nuestra responsabilidad, aportaremos al desarrollo de una sociedad competente donde se reducirá la pobreza, florecerán nuevas oportunidades y brillará la luz al final del túnel.
El pasado 24 de enero se conmemoró el Día Internacional de la Educación, y, a propósito de la fecha, no debemos obviar la Declaración Universal de los Derechos Humanos en su artículo 26, donde está consagrado el derecho a la educación. En ese mismo orden, la Constitución de la República Dominicana del (2015) en su artículo 63 establece el derecho a la educación para todos, esta debe ser integral, de calidad, permanente, en igualdad de condiciones y oportunidades. Además, es importante destacar lo establecido por la Ley General de Educación (66-97) en su Capítulo I artículo 1, donde se garantiza el derecho que tienen todos los habitantes del país a la educación, y como obligación del Estado, proporcionarla y que la misma sea de calidad, con participación de todos los sectores, cada uno asumiendo su responsabilidad. La familia, el Estado, la escuela y la sociedad en general.
La educación de calidad, inclusiva y equitativa que promueva oportunidades de aprendizaje permanente para todos es el objetivo número 4 de la Agenda (2030) para el Desarrollo Sostenible.
Ese derecho a la educación al que tienen los ciudadanos, y que está consagrado en los textos legales, debe estar garantizado por la calidad educativa, la cual se ve afectada por diversos factores como la falta de equidad, falta de inclusión, sobrepoblación en las aulas, falta de aulas, ausencia de personal docente calificado, desintegración familiar y pobreza.
Esos factores inciden negativamente en los aprendizajes de los estudiantes. Los últimos estudios correspondientes a la medición de estos reflejan un bajo nivel de desempeño en comprensión lectora.
En el último informe Nacional del Programa Internacional para la Evaluación de los Estudiantes (PISA ,2018) el 79 % de estudiantes de República Dominicana se encuentran por debajo del nivel de desempeño 2 en comprensión lectora. La República Dominicana alcanzó una puntuación de 341.63 de la media establecida en el estudio de 493 puntos, lo que ubica al país en la última posición en comprensión lectora en la escala de los países latinoamericanos, de igual manera de acuerdo a los resultados de la Evaluación Diagnóstica Nacional de Tercer Grado de Secundaria del 2019, los estudiantes alcanzaron el nivel elemental de desempeño con un 42.7%.
Según la prueba (PISA,2018) algunos factores que inciden en el bajo rendimiento escolar de los estudiantes son el trabajo en niños, niñas y adolescentes, la pobreza, la repitencia, el tipo de lengua hablada, la educación de los padres, la migración, medios de comunicación y la sociedad en su conjunto.
Observando los resultados de dichos estudios, podemos inferir que los desafíos que enfrenta la República Dominicana obligan a las autoridades en el campo educativo a diseñar políticas educativas encaminadas a mejorar esta situación.
¿Cómo mejorar la condición actual?
Estos resultados nos invitan a la reflexión y ponen frente a nosotros el cambiar esa realidad y aunar esfuerzos a través de políticas públicas y sociales para lograr la mejora de los aprendizajes. Dentro de estas están: formar maestros que propicien un buen clima escolar, directivos capaces, comprometidos, inspiradores, persuasivos y motivadores, proporcionar recursos didácticos acordes a los contenidos del diseño curricular para los diferentes niveles, ciclos y grados, bibliotecas escolares con material de lectura que despierte el interés de los estudiantes en sus diferentes edades, y personal bibliotecario capacitado.
Zambrano (2015) señala que la calidad es la búsqueda del mejoramiento continuo de los resultados del aprendizaje, y concluye que la educación es de calidad cuando logra la construcción de saberes o conocimientos, valores y actitudes adecuados para un desarrollo de sujetos libres, activos críticos y conscientes.
Actualmente son muchos los sectores que hablan de priorizar la educación, y para esto se debe invertir en las personas, lo que ayudará a erradicar cada uno de los factores negativos antes mencionados. Vivimos en una sociedad que cada día crece en nuevos avances tecnológicos donde muchas carreras desaparecerán y otras acordes a los nuevos tiempos surgirán y se necesitará de personas competentes en dichas áreas. Es por esta razón que el Estado debe invertir en el desarrollo de competencias como el pensamiento crítico, y la resolución de problemas. Así se formarán seres humanos capaces de insertarse al mundo laboral competitivo que les espera.
Al hablar de avances tecnológicos debemos recordar la difícil situación a la que se enfrentó el mundo durante la pandemia de COVID-19, y que revolucionó todo el sistema educativo. Comprendimos la importancia de integrar la tecnología en los procesos de enseñanza, y que tanto docentes como estudiantes deben adquirir estas competencias, para utilizar recursos que ayuden a la adquisición de los aprendizajes de manera significativa, divertida y de calidad. Si bien es cierto que para algunos no fue nada fácil la enseñanza a distancia, para otros el conocer algunos recursos tecnológicos fue de gran ayuda a la hora de impartir docencia de manera virtual, en sus modalidades sincrónica y asincrónica.
Para lograrlo, diferentes instituciones educativas como MINERD y EDUCA formaron a miles de docentes a nivel nacional, se proporcionaron equipos tecnológicos a maestros y estudiantes, acompañados de capacitaciones, lo que ayudó en gran manera al aprovechamiento del año escolar, permitiendo que este no se perdiera. Esto dio como resultado un nuevo método de aprender, ahora utilizado por diferentes instituciones: la educación híbrida, combinando lo presencial con lo virtual.
La educación permite a las personas adquirir habilidades y conocimientos para ejercer todos sus derechos. Si asumimos nuestra responsabilidad desde el rol que nos corresponde como entes sociales, a través de buenas prácticas educativas aportaremos al desarrollo de una sociedad competente donde se reducirá la pobreza, florecerán nuevas oportunidades y brillará la luz al final del túnel.
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La autora es educadora
Referencias
Declaración Universal de Derechos Humanos. Recuperado de < https://www.ohchr.org/sites/default/files/UDHR/Documents/UDHR_Translations/spn.pdf> (consultado el 10 de noviembre 2022).
Constitución Dominicana (2015) Recuperado de < https://presidencia.gob.do/sites/default/files/statics/transparencia/base-legal/Constitucion-de-la-Republica-Dominicana-2015-actualizada.pdf> (consultado el 15 de diciembre de 2022).
Ley General de Educación (66-97). Recuperado de < https://www.oas.org/juridico/spanish/mesicic2_repdom_sc_anexo_7_sp.pdf
https://www.unesco.org/es/days/education> (consultado el 15 de noviembre de 2022).
La Agenda 2030 y los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Recuperado de
Programa Internacional para la Evaluación de los Estudiantes (PISA,2018). Recuperado de
Resultados de la Evaluación Diagnostica Nacional de Tercer Grado de Secundaria. Recuperado de
Zambrano, E, R. (2015). La Técnica Didáctica del Buen Humor y su Incidencia en la Calidad de los Aprendizajes de los Estudiantes de la Universidad Técnica de Manabí. 2015.Recuperado de