Velas de soya veganas que ‘iluminan’ los sentidos

Si eres de las personas a las que les gustan las velas para decorar y al mismo tiempo contribuir a la conservación del medio ambiente, entonces este artículo es para ti. A Jacqueline Ventura le apasionan estos conceptos y decidió darle forma para conseguir una propuesta que despierte e ilumine todos los sentidos.

Ha creado velas de soya veganas, las cuales acomoda a cada época del año. En esta ocasión le ha dado el toque de la Navidad para que las personas disfruten a plenitud la época con obras de arte que aportan a la conservación del medio ambiente. “Sé que así como para mí resulta una terapia elaborarlas, así también lo es para quienes las tienen en su casa u oficina”, comenta su creadora.

Otras bondades que les atribuye la emprendedora es que ejercitan la capacidad de concentración para vivir el momento presente, y cultivan la paciencia y el amor al prójimo. “Es una experiencia única donde se conjugan la decoración y el olfato, que transporta a las personas en un viaje de fantasía artística y de aromas”, puntualiza Ventura.

Sea para Navidad, bodas, bautizos, cumpleaños, así como para tenerla en algún espacio de la casa, esta novedad busca hacer que las personas vivan una experiencia, sobre todo en esta realidad que se vive luego de la pandemia y de los trastornos emocionales que han venido con ella.

Y precisamente fue durante esos tiempos del covid-19 cuando ella decidió emprender y, por sugerencia de su nieto Ethan González, nació el proyecto Mamama Grafts. “Un día me dijo que si yo quería hacer algo por el medio ambiente y decidí complacerlo. Así comencé con los diseños de bandejas rústicas de pino tratado pintadas con la técnica ‘chalk paint’ como souvenir para el cumpleaños número 100 de mi abuela”.

Proceso de elaboración, todo un ritual

Para Jacqueline Ventura, el proceso de elaboración representa una terapia la cual define como su pasión, de ahí nace su eslogan: “Enciende tu alma, ilumina tus sentidos”. Para inspirarse pone música instrumental, Reiky, mantra, música de adoración; enciende una vela, en ocasiones también inciensos, desinfecta con alcohol los envases que utilizará y ahí empieza todo a fluir. Hace una selección de los pabilos o mechas de madera o algodón natural, que es el corazón de la vela.

La cera de soya tiene varias propiedades, ya que es ideal para elaborar velas de masaje pues el calor es muy beneficioso y su temperatura no es tan alta como para provocar quemaduras. “Muchas veces pongo a mi nieto de 10 años a ayudarme y nos divertimos mucho, además al ser una cera vegetal se puede usar sobre la piel sin causar daños”, asegura Ventura.

Para proporcionar el aroma a las velas de soya y lograr que sean 100 % naturales se auxilia de los aceites esenciales o aceites de fragancia. En este proceso busca conseguir que las velas tengan propiedades relacionadas con la aromaterapia, logrando diferentes ambientes en el hogar. La duración del proceso depende de la cantidad de velas a elaborar, “para unas 20 aproximadamente tardo entre una a dos horas”, dice. Cuando ya la cera cuaja y se cura, que es un proceso de cuatro días mínimos, llega su parte favorita, que es la decoración con flores secas, especias o frutas disecadas.

Variedades de velas de soya

El proyecto cuenta con varias líneas como las intencionadas Mi Alma (Afrodita, Gaia, Asteria, Atenea), decoradas con flores secas y cuarzos. Se denominan intencionadas porque cada una lleva una intención, o sea, un propósito. Linea Caribe (Morir Soñando, Mamajuana, Coco Loco), inspiradas en esta isla caribeña y sus costumbres. Festividad y literarias (Feliz Cumpleaños, Café con Aroma de Mujer, Llegó Juanita, Navidad). Alma Libre (Harley Davidson). Estrella (Hipoalergénica), mezcla de aceites esenciales de eucalipto y menta. Pilares (figuras sin base de decoración).