ENTREVISTA
Mercedes Castillo: “No permití dádivas que pudieran fracturar el ejercicio de mi profesión”
Es la única mujer que ha dirigido el Colegio Dominicano de Periodistas por cinco veces, y la primera periodista que recibe la Medalla al Mérito de la Mujer Dominicana.
La mayor impronta de la periodista Mercedes Castillo no son los reconocimientos recibidos, ni tampoco las veces que su foto enmarcada cuelga en una pared del Colegio Dominicano de Periodistas. Es haber defendido los intereses de su clase apegada a sus valores inherentes de honestidad, y su lucha por la libertad de expresión.
“Vivo en una mejora que me dejó el papá de mi hijo hace 33 años y aún la estoy reconstruyendo, porque nunca acepté sobornos, ni permití dádivas que pudieran fracturar el ejercicio de mi profesión, ni tampoco como defensora de los intereses de los periodistas en el momento que dirigí el Colegio en cinco ocasiones y el Instituto de Protección al Periodista Profesional, dos veces”, dice Mercedes.
Con el ceño fruncido, un gesto muy característico en ella, dice: “En el gremialismo no hay dinero, y yo no fui a buscármela”. Ahí habló la hija que cuida la memoria de sus padres Modesto Castillo y Narcisa Sandoval, quienes les decían que la dignidad estaba por encima de todo…
Hoy se celebra el Día Nacional del Periodista y se valida al visibilizar la trayectoria profesional de una mujer cuya lucha ha sido la defensa de la libertad de expresión y la democracia, porque sin estas no se puede hacer un buen ejercicio del periodismo.
Enfatiza que la misión del periodista es informar, educar y mantener al público al tanto de los hechos más trascendentales a la sociedad. Y hay una deuda con la profesión desde la Tiranía de Rafael Leonidas Trujillo, los 12 años de Joaquín Balaguer, a estos les sumamos los más recientes, Blas Olivo, José Silvestre y Juan Andújar, corresponsal de Listín Diario en Azua. Hoy, su foto cuelga en la galería de mártires del CDP a la vista de las nuevas generaciones.
Quienes conocen a Mercedes Castillo la describen como una dama, solidaria, mediadora, ecuánime. Otros la ven como mar en calma, sin acuerdos con las banalidades del mundo y con dos cátedras a cuesta: su maternidad y el sacerdocio de su profesión.
Pero la vida de ella no ha girado solamente en torno a los 31 años de vida gremial, es una madre soltera que siempre entendió que lo más importante era estar pendiente de su hijo, darle amor y acompañarlo en sus momentos más significativos.
Mercedes fue la primera mujer llamada al escenario para entregarle la Medalla al Mérito, y mientras lo recibía de mano del Presidente de la República, pensó en la validación con este galardón para la profesión porque le pertenece al periodismo nacional.
Donde comienza todo
Mercedes es oriunda de El Café, Vuelta Larga, paraje de Imbert, Puerto Plata. Y siendo muy niña se fue a vivir a la ciudad donde cursó sus estudios primarios y secundarios. Terminado este periplo se trasladó a la Capital a estudiar Sociología, animada por las ideas revolucionarias del Frente Estudiantil Flavio Suero.
Ya en las aulas todo cambió y terminó en Comunicación Social, pero ¿cómo llega al colegio? Confiesa que un día, mientras observaba el mural de la Escuela de Comunicación, siendo aún estudiante, el profesor Onofre de la Rosa, director de la Escuela, le dice: “Bachiller, usted está dispuesta a trabajar para formar el centro de documentación para las comunicaciones”. Aceptó y así comenzó a tener más contacto directo con los periodistas y estudiantes.
Cuenta que, luego, le presentó al CDP en diciembre del 1990 un proyecto de un Centro de Documentación para ofrecerles a los periodistas un lugar donde pudieran documentarse, pero en el 1991 Joaquín Balaguer decide construir la Casa del Periodista.
“Recuerdo que Dania Goris me dijo que para las próximas elecciones que aspire a la posición de Secretaria de Educación y así lo hago y gané en la directiva de Chino Bujosa. Ya con este experticio aspiro a presidenta en el período 1995-97 y gané, pese a que había colegas con más años de servicio”.
Según ella, “no basta tener muchos años haciendo una cosa, hay que ver lo que tú haces y cómo lo ven tus compañeros”.
Y así, sucesivamente, Castillo sigue con la buena racha y gana en el próximo período (97-99) y se retira y vuelve 2005-2007- 20097-2009. Y se retira.
En el 2013-15 y en el ciclo 2017 es la única mujer dos veces presidenta del IPP. “Me retiré en el 2017 porque lo que quiero es aportar al relevo dirigencial. Estos años me han servido para identificarme más con mi profesión. Defiendo mucho a los periodistas. Sin democracia y libertad de expresión no se puede hacer periodismo”.
Gratitud
“Me siento honrada de que mis colegas me hayan elegido en tantas ocasiones para que los represente. Es un compromiso muy grande y he hecho los posible por no fallarles y aunque vengo de un trato humilde, como la mayoría de los periodistas, nunca quise traficar los intereses de la clase por dádivas personales”, asegura.
Asegura que el respeto al honor de una profesión tan noble, de tanto servicio en la sociedad, no lo iba a manchar. “Además, en mi familia, la humildad y la sencillez priman. Cuando fui electa por primera vez presidenta del colegio mi mamá me dijo que no se me suban los sumos a la cabeza y no quiero que veas a tus hermanos y vecinos por encima del hombre. Para mí fue una advertencia”.
Trayectoria
Columnista en los principales medios impresos, incluyendo Listín Diario, docente universitaria en la Universidad Católica de Santo Domingo y la Universidad O&M y fundó el periódico Ozama Vocero de la Zona Oriental, programas de radio, televisión y ahora tiene la revista Civismomagazine.com. y versión impresa.
Dice que en estos 31 años han visto muchos logros, pero siguen con la misma súplica de mejores salarios para los periodistas.