EMPRESAS
La buena gestión del talento no depende del tamaño de la organización
La capacidad de una empresa para generar un clima de bienestar entre sus empleados no depende del tamaño que esta tenga.
Aunque en las listas de los mejores lugares para trabajar suelen figurar nombres como el del gigante tecnológico Google, la cadena hotelera Hilton, la compañía de software Salesforce o, en el caso de América Latina, la firma de comercio electrónico Mercado Libre, las pequeñas y medianas empresas también pueden invertir en el bienestar organizacional.
En esto coinciden André Faleiros y Fer Niizawa, especialistas en gestión de talento humano que estuvieron disertando en el país por invitación de AFP Crecer.
“La buena gestión del talento no tiene que ver con el tamaño de la empresa; tiene que ver con el interés genuino en las personas”, dice Niizawa.
Para generar buenos espacios de trabajo no se necesita presupuesto, ya que, de acuerdo con este experto, se ha comprobado que los dos recursos que mayor nivel de compromiso y bienestar promueven entre las personas son gratis. Se trata de la retroalimentación y el reconocimiento.
¿Felicidad o bienestar?
Faleiros y Niizawa recuerdan que las compañías no son, en última instancia, las responsables de la felicidad de sus miembros.
La felicidad es una decisión personal y cada uno le da a este término un significado distinto, pues lo que hace feliz a una persona no necesariamente hace feliz a otra.
Esa es una de las razones por las cuales, informa Faleiros, el concepto de felicidad organizacional ha dado paso al de bienestar organizacional.
“La felicidad es variable -arguye-, pero el bienestar no”.
Ahora bien, de acuerdo con Niizawa, “las compañías sí tienen que trabajar por generar ambientes sanos, saludables, donde la gente no se estrese y no se enferme. Esa sí es responsabilidad de la compañía”.
Muchas variables influyen en el bienestar laboral. Lo primero, por supuesto, consiste en cubrir requisitos mínimos de salario, seguridad social y todo lo estipulado por ley, pues, como dice Niizawa, “no podemos hablar de bienestar si todavía no se cubre lo básico”.
No menos importante resulta, en opinión de Faleiros, prestar atención a los irritantes y las herramientas de trabajo.
El brasileño indica que las organizaciones mejoran el clima laboral cuando se ocupan de minimizar los irritantes del trabajo (ya sea el transporte, la iluminación, la ventilación o la temperatura) y de dotar a sus colaboradores con las herramientas adecuadas para que estos cumplan con las tareas que se les asignan.
Es a partir de ahí que las compañías pueden comenzar a implementar otras acciones puntuales para promover el bienestar de sus empleados o “darle al empleado más de lo que este espera”.
Para los entrevistados, eso incluye una cultura donde la gente pueda equivocarse sin ser castigada, que estimule la innovación y la creatividad, y donde se puedan expresar las emociones.