REALIDAD Y FANTASÍA
El volcán
Afortunadamente nosotros no poseemos volcanes, los hay en las Antillas, pero nuestro pedacito de tierra tiene bellas montañas que no alcanzan, gracias a Dios, la categoría de volcanes.
Estas montañas guardan en su interior una de las fuerzas más poderosas e impredecibles de la naturaleza. Cuando un volcán revive, no hay nada en el mundo que pueda contrarrestar su fuerza destructiva.
Los países de América poseen diferentes volcanes, a cuál más poderoso, cuando están activos, causan destrucción y pánico, sin que ninguna tecnología pueda detenerlos. Provocan temblores y también tsunamis.
En estos días, un volcán en la isla española de La Palma, en el archipiélago de las Canarias, explotó, expulsando lava y fuego en tal magnitud que se ha tragado ya poblaciones y ha causado que su población haya tenido que huir con la ropa puesta, debido a las lenguas de lava que están devorando la isla.
Las fuerzas de la naturaleza siguen controlando nuestras vidas. Aunque no poseemos volcanes, sí tenemos el terrible peligro de los huracanes y también los temidos temblores que provocan destrucción y muerte. Hace poco, en Haití, nuestro vecino, un movimiento telúrico causó destrucción y muchas víctimas.
Nosotros, afortunadamente, no hemos sufrido ningún fenómeno en este año. Demos gracias a Dios y roguemos porque tengamos esa suerte en el futuro.