ONTOLOGÍA

El poder del lenguaje: ¿Cómo crear el futuro a través de la palabra?

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Santa de la CruzSanto Domingo, RD

La palabra tiene poder, reza un dicho popular, que parece tener razón porque una palabra o una frase pueden hacerte sentir, y hasta convencerte de que eres el ser más dichoso o más desgraciado del mundo.

Las palabras que se expresan ejercen una especie de decreto sobre quien las recibe y, en la mayoría de los casos, aún de manera inconsciente, tienen un efecto poderoso sobre las acciones que se realizan.

Debemos hacernos conscientes de que las palabras pueden convertirse en una herramienta para edificar o para derrumbar, por ello se aconseja evitar enunciar frases como “Eres una loca”, “yo no sirvo para eso” y cambiarlas por palabras motivadoras como, “eres muy talentosa”, “lo voy a lograr”, porque con ellas, más que describir una situación, se está haciendo una declaración que se volverá parte de la realidad.

“Las palabras le dan vida a las imágenes que surgen de nuestros pensamientos. Aparte de describir el mundo, con el lenguaje podemos crear mundos”, dice el coach ontológico Heraldo E. Suero Díaz, quien invita a tomar consciencia sobre el poder que realmente tienen las palabras, pues son el principio de toda creación.

Las ideas y los pensamientos se concretizan porque existen las palabras asociadas a ello, puntualiza el experto.

Existe una extensa literatura sobre el poder de las palabras, que sostiene que las cosas pasan porque alguien lo dice, lo crea, lo verbaliza si se quiere. Esta nueva noción de cómo usar este poder ha transformado la humanidad desde sus inicios, aunque no haya estado en tu conciencia, hasta hoy que estás leyendo.

La red de promesas: los secretos de coordinar acciones con los demás.

Suero Díaz, quien es también autor, consultor, especialista en relaciones y desarrollo de equipos de alto desempeño, habla sobre el poder creativo del lenguaje y cómo se puede “crear” el futuro a través de esto, plantea de manera muy práctica y directa, un ejemplo de cómo hacer que las cosas pasen entre las personas y que esto requiere construir una red de promesas.

“Cuando realiza usted un pedido a la farmacia, ellos le prometen una medicina; usted a cambio promete pagar dinero. ¿Lo ve? Son dos promesas entrelazadas. Su jefe le pide una presentación para el viernes sobre las ventas del mes. Usted al decir que sí, se convierte en una promesa. Igualmente, cuando usted firmó un contrato de trabajo en esa empresa prometió (quizá sin darse cuenta) cumplir con las instrucciones o pedidos de su jefe. ¿Se da cuenta? Otra vez la misma red de promesas. Todas juntas creando un futuro que era imposible sin ellas”, comenta el experto en el tema.

Suero asegura que un líder reconoce de manera astuta y consciente el poder de las promesas y las palabras de cara al futuro. También practica el uso constante del poder creativo del lenguaje.

“Cuida tus palabras, porque se volverán actos. Tus actos por la palabra te condenaran”, decía el activista de paz Mahatma Gandhi, queriendo significar que las palabras que salen de nuestros labios, si son expresadas con firmeza, convencimiento, la convertimos en declaraciones poderosas que se convierten en una orden para el universo, las que luego se reflejan en nuestro propio ser.

Uso creativo

Los nuevos paradigmas de liderazgo buscan desarrollar en sus equipos nuevas competencias, profesionales y personales a través de la palabra. Mientras más conciencia y más las usemos para hablar del futuro que queremos ver, mayor será la probabilidad de que ocurra lo que se anhela.

Para ello debemos:

· Crear una intención, decirla y tomar acción masiva en consecuencia

· Identificar la coherencia de nuestras acciones con lo declarado o dicho. Es decir, no puede haber inconsistencia en las acciones y el resultado declarado. Sería como buscar en el jardín la aguja que se perdió en el pajar

· Escuchar al otro, entender y comprender cuál es el resultado que espera o que se va a construir en conjunto.

· Celebrar, a nivel de consciencia, cuando aparece un resultado fruto de una declaración y acción masiva.

Heraldo E. Suero Díaz