DÍA DEL PADRE
Paternidad responsable, una conversación pendiente
El Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) en República Dominicana define la paternidad responsable como el involucramiento activo del padre en el crecimiento, enseñanza, apoyo emocional y acompañamiento constante.
Durante siglos la atención cotidiana de los hijos ha sido reservada al rol femenino, excluyendo al masculino de las diversas tareas que implica la crianza afectiva. Sin duda, los estereotipos de género juegan un papel fundamental en la asignación de esas obligaciones.
Si bien la Constitución dominicana promueve la paternidad y maternidad responsable en el numeral 10 del artículo 55 sobre Derechos de la Familia, el Código para la Protección de los Derechos de los Niños, Niñas y Adolescentes (Ley 136-03) basa el concepto en la sola concepción de la figura paterna como proveedor económico y tutor legal, dejando de lado términos como cuidado emocional, involucramiento en la crianza y responsabilidad compartida.
La ley tampoco contempla una licencia de paternidad equitativa a la otorgada para la madre para que los padres puedan crear un vínculo desde el día cero con sus hijos.
Romper patrones generacionales
Pocos hablan sobre el tema o defienden a aquellos hombres que asumen su rol de manera responsable incluso desde que su cónyuge está embarazada.
José Ángel Vargas, psicólogo clínico y terapeuta familiar, enfatiza el inicio de la paternidad responsable desde el momento en que se decide tener una pareja, asumiendo compromiso con las consecuencias que pueda acarrear, dentro de esta, concebir una criatura que deberá recibir esmero igualitario de ambos progenitores.
“El amor filial que un papá presente demuestra en la crianza desarrolla sobre sus hijos actitudes sociales sensatas como la empatía”, precisa Vargas.
Según Vargas, el deber de un padre no es cuestión de género, pues el cuidado, la formación y atención de un niño responde únicamente al deber del adulto de asumir el resultado de sus acciones.
“A ser padre presente se aprende en el hogar. Cuando en el núcleo de una familia se forjan comportamientos que sirven como guía para fomentar la cooperación y la funcionalidad, los hijos crecen sabiéndolo normalizado y luego se convierten en adultos funcionales sin miedo a mantener la igualdad en el cuido de la casa y los deberes paternales”, sostiene.
El proceso de desarrollo humano combina creencias aprendidas y la posibilidad de evolucionar hacia nuevas formas de convivir, actuar y relacionarse con el mundo.
La joven Jeannette Rivera considera importante revisar los patrones aprendidos durante la infancia, con qué cosas no se estuvo de acuerdo o cuáles mejorar para poder criar sin resentimientos.
“Mi padre siempre ha estado ahí para mí, pero esta nueva generación que va poco a poco dejando atrás lo tradicional exige más como hijos y es entendible. La responsabilidad de un padre no es solo comida, un techo u hogar; necesitamos hacer común la comunicación, que nos orienten. Esto también forma parte de la competencia que un papá tiene con sus hijos, y no hasta que tengas 18 años, sino de por vida”, comenta Rivera.
De igual forma, Frankshelis Tiburcio cuenta que creció en una familia monoparental en la que su padre fue su cuidador, apoyo emocional y espiritual, lo que le permitió ser una persona segura e independiente y comprender cómo funcionan los roles cuando de deberes se trata.
“Nunca vi una figura femenina cocinando, lavando y limpiando; siempre fue mi papá, lo que me hizo comprender que las labores del hogar no tienen género”, confirma Tiburcio.
Redefinir masculinidades
La necesidad de construir padres responsables es un diálogo que debe abrirse en los espacios externos e internos a nivel social, para normalizar la relación afectiva entre padre e hijo.
Son varios los perfiles que están generando contenido y compartiendo historias sobre los retos diarios que enfrentan los hombres al dedicarse a la paternidad consciente.
Salvador Loyo, de @papasolteroo, ha encontrado en las redes sociales una plataforma para generar conversación en torno a la crianza a través de la experiencia con su hijo de dos años.
“Hay barreras sociales y culturales. Para visibilizar la paternidad tienes que redefinir la masculinidad. Tanto hombres como mujeres desde el momento en que ven a un padre involucrado (dicen que) es gay o mantenido, y desde ahí empiezan a crearse los prejuicios”, explicó Loyo en un episodio del podcast “Se regalan dudas”.
Felipe Morales, de @papaconbata, cuenta: “Un padre presente es aquel que entiende el peso de su responsabilidad de adulto y a la par con la madre, en medida que su contexto familiar lo permita, trabajan como ese equipo indispensable para criar una nueva generación más saludable física, mental y emocionalmente”.
Relación con papá es base de estabilidad emocional