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Tónico facial: ¿es imprescindible incluirlo en tu rutina diaria?

Lo más importante en una rutina de cuidado de la piel es tener lo básico necesario para tu condición, tipo de piel o enfermedad. ISTOCK

Lo más importante en una rutina de cuidado de la piel es tener lo básico necesario para tu condición, tipo de piel o enfermedad. ISTOCK

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Jaclin CamposSanto Domingo, RD

Durante muchos años se ha dicho que en la rutina diaria de limpieza del rostro no puede faltar un tónico facial.

La norma establece que este cosmético, de consistencia líquida, se debe utilizar luego de limpiar el rostro y aplicarse con un algodón dando suaves toquecitos en la piel.

Pero ¿qué pasa si tu limitado presupuesto no te permite adquirir más que lo básico para mimar tu rostro? En ese caso, podrías prescindir del tónico, ya que en la actualidad existen otros productos de uso diario que sí se consideran indispensables y que cumplen algunas de las funciones atribuidas a ese cosmético.

Así lo expone la dermatóloga Aury Encarnación Suárez, de Redermica Centro Dermatológico.

Que este paso del cuidado facial antes se considerara obligatorio se debe al efecto que tenían en el pasado otros productos como los jabones.

“Los jabones de antes alteraban mucho el pH de la piel, que característicamente se debe encontrar en 4.5-5.5 para funcionar de manera óptima”, argumenta Encarnación Suárez.

“Esta alteración del pH -añade- se reflejaba mucho en alteraciones de la textura, condiciones y manifestaciones o empeoramiento enfermedades de la piel facial, por eso se implementó el uso de tónicos que tienen diferentes elementos que ayudan a devolver el equilibrio cutáneo facial”.

FUNCIONES Y BENEFICIOS

Encarnación Suárez explica que los tónicos, en términos generales, devuelven a la piel su pH ideal.

Pero hay una amplia gama de tónicos que, además de regular el pH, poseen otras características agregadas, como elementos hidratantes, reguladores del sebo (grasa), componentes que controlan el pigmento o manchas en la piel. “Incluso hay algunos que le aportan brillo o lucidez”.

“Todos conllevan un beneficio agregado si sabes cuál escoger dependiendo de las necesidades que tenga tu piel”, señala la dermatóloga.

¿SIGUE SIENDO PRIMORDIAL?

De acuerdo con la doctora, el tónico ya no es completamente imprescindible porque los jabones faciales de hoy tienen la capacidad de restaurar, proteger y mantener el pH de la piel de forma óptima.

Además, hay disponibles otros afeites como hidratantes con protector solar, hidratantes que regulan la grasa y confieren protección solar, y cosméticos para uso diurno con reguladores de pigmento.

“En general, no es imprescindible porque ya existen otros productos de uso diario con mayor capacidad de lograr resultados y efecto combinado de hidratación con protección solar o despigmentantes con hidratación”, asegura.

SI PUEDES INVERTIR EN UNO…

Si ya posees lo básico y tienes la capacidad y el deseo de añadir a tus cuidados un tónico, ¡perfecto! Ahora bien, entes de invertir en un producto para el cuidado facial, incluyendo un tónico, lo correcto es consultar a un profesional de salud cutánea para que evalúe la piel e indique una rutina correcta que logre los objetivos que anhelas.

El dermatólogo indicará el tónico correcto a partir de tu tipo de piel: si es grasa, seca, mixta, sensible, muy reactiva, acneica, seborreica…

“Ya cuando tengas claridad en tu tipo de piel, elegir un tónico será fácil porque todos dicen de manera explícita para qué fueron elaborados: hidratan, resecan, mejoran acné, ayudan con las manchas, etcétera”, comenta Encarnación Suárez.

Y es que usar un tónico no apropiado para tu piel puede tener efectos contrarios a los que buscas.

“Si tu piel es sensible y tomas un tónico muy astringente, podría irritarte o, por igual manera, si adquieres un tónico con características seborreguladoras (control de grasa) y tu piel tiene tendencia a resecar, no vas a lograr tu objetivo”, advierte la dermatóloga.

Lo más importante en una rutina de cuidado de la piel es tener lo básico necesario para tu condición, tipo de piel o enfermedad.

Los tónicos pueden añadir a la rutina otras propiedades, pero Encarnación Suárez describe su uso de la siguiente manera: para desplazarte en la ciudad necesitas un carro (una rutina de cuidad de la piel); cuando compras el carro tienes lo básico (jabón adecuado, protector solar, hidratantes o medicamentos para tu enfermedad); entonces comienzas a comprar “chulerías” para decorar el vehículo.

“Esas ‘chulerías’ serían el homólogo a un tónico”, concluye la dermatóloga. “Es una chulería, pero no una necesidad. Cuando tienes todo lo esencial, puedes agregarlo y te adicionará más valor a tu rutina”.

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Aury Encarnación Suárez, dermatóloga.