Adiós al coronavirus con tecnología espacial
Un sistema de purificación desarrollado en cooperación con la NASA que mantiene limpia la atmósfera interior de las naves en las misiones tripuladas al espacio, se ha comprobado que también elimina el SARS-CoV-2 y otros virus, así como hongos y bacterias, y ahora se aplica en lugares cerrados y superficies convencionales.
La depuración activa se creó con la NASA para eliminar el gas etileno generado al cultivar las plantas en los transbordadores espaciales y la estación espacial internacional, que puede ser nocivo para los tripulantes al acumularse en el aire interior. Después se descubrió que también elimina agentes patógenos.
Cuando el aire entra a las máquinas depuradoras y sus micropartículas de oxígeno y agua atraviesan la matriz de depuración activa, se produce una reacción química activada por la luz ultravioleta, y se liberan unos compuestos oxidantes que limpian el ambiente sin liberar subproductos nocivos.
“Está demostrada científicamente la eficacia de este sistema para eliminar rápidamente del aire y las superficies, los hongos, contaminantes y bacterias, así como los virus de la gripe aviar, la gripe porcina, la hepatitis A y el actual coronavirus”, informa Jonathan I.L. Calderón, distribuidor de este sistema en España.
El coronavirus nos obliga a tener los pies sobre la tierra, para evitar el contagio pero, curiosamente, uno de los sistemas más eficaces para protegernos de este azote se basa en una tecnología desarrollada para viajar a la estrellas.
A mediados de la década de 1990, el Centro de Investigación de la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio de EEUU (NASA) en la Universidad de Wisconsin, trabajaba para mejorar los métodos de cultivo de plantas en el espacio.
Uno de los retos que enfrentaban los científicos y técnicos era eliminar el etileno, un gas incoloro e inodoro implicado en el desarrollo y el crecimiento de las plantas.
A menudo, cuando sube el nivel de etileno, también hay un nivel alto de monóxido de carbono, lo que puede ser dañino para los seres humanos.
Los investigadores, con la ayuda del Programa de Desarrollo de Productos Espaciales en el Centro Marshall de Vuelos Espaciales de la NASA, desarrollaron un depurador de etileno utilizando el una tecnología denominada “oxidación fotocatalítica radiante”, mediante la cual la luz ultravioleta y el dióxido de titanio se utilizan para descomponer compuestos orgánicos.
El concepto de aquel depurador de etileno probado con éxito en el Transbordador espacial Columbia en 1995 y después en otros trasbordadores y en la Estación Espacial Internacional, ha servido de base para desarrollar una potente tecnología de depuración del aire, que protege la salud de las personas en tierra firme.
La firma estadounidense Aerus LLC (www.beyondbyaerus.com) desarrolló y mejoró esta tecnología, ahora denominada ActivePure, alterando la mezcla de metales en el fotocatalizador y cambiando la forma en que interactúa con la luz ultravioleta.
Esta variación de la tecnología originalmente desarrollada en cooperación con la NASA produce, al hacer reaccionar la luz ultravioleta y los óxidos metálicos, otros compuestos llamados ‘superóxidos’, que limpian el aire de gérmenes y contaminantes, incluidos los compuestos orgánicos volátiles o COVS (hidrocarburos en estado gaseoso).
Estos ‘superóxidos’ son unos potentes oxidantes que deterioran o eliminan otras sustancias en un proceso llamado oxidación, pero son inocuos para las personas, animales y plantas.
TECNOLOGÍA DEPURADORA EN ÓRBITA.
Aerus aplicó está tecnología espacial a una serie de máquinas que trabajan continuamente para limpiar y proteger el aire y las superficies las 24 horas del día.
Además de ActivePure, que es la gran innovación y el corazón del sistema, estas máquinas utilizan otros cuatro componentes de filtrado y purificación complementarios, incluido el mismo sistema utilizado en los quirófanos, los cuales contribuyen al trabajo de la tecnología espacial y lo potencian.
Uno de sus modelos tiene un radio de acción de 185 metros cuadrados (m2) y el otro, más pequeño, cubre de 105 m2 y purifica menos metros cúbicos de aire por hora. Estos purificadores de aire tienen una altísima eficacia y seguridad para prevenir el contagio de virus y bacterias por las tres vías de transmisión reconocidas (gotículas, aerosoles y superficies) y eliminan incluso el coronavirus en superficies en un 93% en tres horas y en un 99,98% al cabo de siete horas, según su información técnica.
Esto lo constató el laboratorio MRI Global, certificado por la Administración de Medicamentos y Alimentos estadounidense (FDA), según Jonathan I. L’hadj Calderón, gerente de la firma distribuidora en España (https://tucalidad.com).
Destaca que los resultados de ActivePure “están acreditados”, hay constancia de que no emite ozono (un oxidante potente pero peligroso) ni otros productos químicos o sustancias que dañen la salud, y el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) español reconoce la eficacia de esta tecnología dentro de la normativa HEPA de eficiencia de filtros de aire.
MÁQUINA EXTERMINADORA DE VIRUS.
L´hadj Calderón añade que “ha sido demostrada su eficacia para eliminar rápidamente del aire y las superficies los virus H5N8 de la gripe aviar, el HIN1 de la gripe porcina o el la hepatitis A, además de contaminantes, mohos, bacterias y hongos”. Y ahora esta tecnología también puede ser la solución para el Covid-19 en los espacios cerrados, asegura a Efe.
Según L’hadj Calderón, los purificadores con esta tecnología “ofrecen un máximo de eficacia para evitar los contagios de la covid-19, no solo en el interior de los hogares sino también dentro de los espacios cerrados de alto riesgo, como centros educativos, residencias, oficinas, colegios y guarderías, entre otros”.
“Las partículas microscópicas de oxígeno y agua que hay en el aire entran en la unidad de purificación y atraviesan la matriz apanalada, creando una gran cantidad de moléculas muy potentes que atacan a los patógenos, mediante una reacción entre el dióxido de titanio y otros elementos, activada por una longitud de onda específica de luz ultravioleta”, explica.
Señala que, tras su liberación de nuevo en el aire, esas moléculas, que son oxidantes y se encuentran de forma natural en el medio ambiente, “se convierten en implacables ‘guerreros` que, como soldados en una misión, acaban rápidamente con ‘el enemigo’, es decir los gérmenes, incluido el coronavirus, y los contaminantes, sin crear subproductos dañinos”.
Esta emisión de oxidantes que inactivan los patógenos en el aire y las superficies se denomina “purificación activa”, de lo cual proviene la denominación oficial de esta tecnología, indica.
La tecnología tiene el sello Certified Space Technology, de Space Foundation, que se concede a las tecnologías con aplicaciones en el espacio que son adaptadas para facilitarnos y mejorar nuestra vida, y que también han recibido el sistema de posicionamiento global (GPS), la radio por satélite y el marcapasos, entre otros, según L’hadj Calderón.
“En las investigaciones de la década de 1990, en las que participó la empresa Ecoquest (después adquirida por Aerus), se descubrió que las capas ultrafinas de dióxido de titanio expuestas a la luz ultravioleta convierten el etileno en sustancias buenas para las plantas. Después se comprobó que, además de combatir el etileno, también eliminaban todo tipo de patógenos”, concluye.