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Mal de Alzheimer, una actualización

Sus síntomas pueden ser muy variables y se podrían agrupar en tres esferas: cognitiva, conductual y funcional.

Al hacer las pruebas y confirmar la enfermedad precozmente, se debe iniciar de inmediato el tratamiento. ISTOCK

Al hacer las pruebas y confirmar la enfermedad precozmente, se debe iniciar de inmediato el tratamiento. ISTOCK

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Redacción L2Santo Domingo, RD

La característica princi­pal de la enfermedad de Alzheimer es una pérdida de la memo­ria que afecta la comu­nicación, el aprendizaje, el pen­samiento y el razonamiento. Sin embargo, los síntomas de la enfer­medad pueden ser muy variables y se podrían agrupar en tres esfe­ras: la cognitiva, la conductual y la funcional. Todas sufren un progre­sivo empeoramiento.

Los primeros síntomas de la enfermedad comienzan normal­mente con episodios de olvidos frecuentes, repetición de las co­sas ya dichas, cierta irritabilidad emocional, conductas reiterativas y desconfianzas, explica el neurólogo José Silié Ruiz.

Esos síntomas se engloban dentro del denominado déficit cognitivo leve, que se considera la primera etapa de la enfermad de la memoria.

Hoy se acepta que el “deterio­ro cerebral” es secundario a la al­teración de algunas proteínas. De acuerdo con el médico, estas al­ternaciones se inician desde los 24 años edad, y en los próximos 8 años (o sea, a los 32), ya están presentes las placas de proteínas anormales que dan inicio al Al­zheimer.

Investigaciones “confirman que por lo menos 12 años antes de que se haga evidente la enfer­medad de Alzheimer, con las fran­cas alteraciones de la memoria, ya están presentes los cambios de las proteínas neuronales que for­man el ‘cemento’ que sostiene las neuronas sanas”, explica el tam­bién asesor de la Asociación Do­minica de Alzheimer y coordina­dor de la Comisión de Salud de la Academia de Ciencias.

“Debemos hacer la salvedad de que lo genético es muy impor­tante”, aclara. “Hay pacientes con estas proteínas al­teradas que no presentan nunca síntomas de la enfermedad. Lo correcto hoy es decir que el pa­ciente tiene una proteinopatía con riesgo de demencia. Enton­ces debemos aceptar que el Al­zheimer es una enfermedad con más de 30 años de evolución, de los cuales se pasan unos 20 años asintomáticos, es decir, sin la te­rrible pérdida de la memoria que nos demencia”.

Factores de riesgo La herencia, la falta de ejer­cicios, el tabaquismo, el alco­holismo, la depresión, la escasa educación (pocos estímulos cere­brales), la diabetes, la hiperten­sión arterial, elevadas grasas en sangre, la falta de socialización, la obesidad y los derrames cere­brales están entre los factores que predisponen a padecer la enfer­medad de Alzheimer.

Se trata, con excepción de la edad y la herencia, de factores modificables con un simple cam­bio de actitud en la forma de vi­vir, con un adecuado seguimiento médico y procurando vivir una vi­da más sana.

“Lo ideal es hacer prevención contra el Alzheimer, para no lle­gar el paciente al médico cuando ya está demenciado. Con la mo­dernidad se pueden diagnosti­car los casos ‘asintomáticos’; po­demos, con las disponibilidades técnicas de diagnóstico moderno, hacer una ‘autopsia’ del cerebro en vida”, afirma Silié Ruiz.

Para ello son útiles técnicas co­mo la resonancia magnética es­pectroscópica, los escáneres PET y la determinación de biomarca­dores en el líquido de la médula espinal.

Junto a la determinación de biomarcadores se suelen utili­zar pruebas cognitivas para va­lorar memoria, orientación, pen­samiento lógico, cálculos, entre otros factores.

“Con estos test, podemos diag­nosticar la enfermedad, aun el paciente no haya dado manifes­tación alguna de alteración gra­ve de la memoria. En estos casos, si se hace una detallada historia clínica del paciente, con infor­mación del paciente y su familiar cercano, de seguro la ocurrencia de ‘olvidos’ mínimos, conductas erráticas, repeticiones, olvidos de los nombres de familiares y de objetos, irritabilidades, episodios de desorientación momentáneos, ya han hecho presencia en su co­tidianidad”, señala Silié Ruiz.

José Silié Ruiz