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Hidratación nocturna para el cuidado de la piel

Helmy Peña, cosmiatra y esteticista.

Helmy Peña, cosmiatra y esteticista.

Es simple. Y se ha repeti­do un sinnúmero de veces. Cuando llegues de la calle, es innegociable bañarse y lavarse muy bien el cuer­po completo. Es importan­te, la piel es el órgano más grande el cuerpo y el 25% de nuestra inmunidad radi­ca en ella.

En estos días lo primor­dial es tener un sistema in­mune fuerte. Si preparas el cuerpo para descansar y re­lajarte de la manera correc­ta en la noche, tu forma de dormir será mucho mejor y más placentera. Dormir es un factor rejuvenecedor y regenerador, aparte de que sana y refuerza el sistema inmune. Helmy Peña, cos­miatra y esteticista ofrece la información.

Hidratación cada noche. Lo primero es limpiar la cara y el cuerpo. A mí par­ticularmente me gustan las esponjas y paños de li­no, a otras personas los ce­pillos. Es una decisión pro­pia, de acuerdo a lo que sea mejor para cada quien.

Después del baño aplicar el tratamiento. Yo apues­to por los aceites multivi­tamínicos en todo el cuer­po; otra opción son los de ajonjolí, soybeans (o soya) y safflower (aceite de cárta­mo). En algunas ocasiones prefiero una crema súper hidratante, ya que normal­mente mi piel es muy seca. ¿Algunas de las que utilizo? Cerave para pieles norma­les a secas, La Mer o Borg­hese crema hidratante para el cuerpo, y las alterno 2 o 3 veces por semana. Recuer­den que para ver resulta­dos, la clave es la constan­cia, explica la especialista de Skin Studio.

Opciones saludables Si hablamos de vitaminas, los productos con base áci­da suavizan e hidratan mu­chos más la piel. Si decides tomar y aplicar vitaminas, interna y externamente, las mejores son A, C y E.

Y para finalizar, es reco­mendable lavar las toallas de tu rutina nocturna, cada dos noches o a diario. Cui­demos nuestro cuerpo, pe­ro no debemos olvidar, en nuestras tandas de hidra­tación, a nuestras manos. De esta forma aportamos a nuestro sistema inmuno­lógico, mientras evitamos traer la calle a nuestra casa, y a nuestras sábanas.

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