Juegos inteligentes… sin pantalla
Los juegos libres, estimulan a niños a llevar la iniciativa y a tomar continuas decisiones, sirven de ayuda para desarrollar sus habilidades
El término STEM es el acrónimo de las palabras en inglés Science, Technology, Engineering and Mathematics (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas) y un área del conocimiento que continúa creciendo, ya que los egresados de estos campos tienen alta demanda en el mercado laboral y disfrutan de trabajos que figuran entre los mejor pagados.
Los juegos magnéticos de construcción y científicos de experimentación, que se juegan en el mundo real, en lugar de hacerlo en un entorno virtual, pueden dotar a los niños de auténticos “superpoderes” STEM, según los expertos de Toy Partner (TP).
Once de los doce trabajos mejor remunerados requieren STEM y el 80 % de los trabajos futuros requerirán una o más de estas disciplinas, según el equipo de especialistas en actividad lúdica infantil de esta firma distribuidora de marcas internacionales de juguetes y juegos (www.toypartner.es).
Además señalan que la Academia Estadounidense de Pediatría recomienda que los niños pasen 60 minutos al día de juego libre, y se ha comprobado que los niños experimentan un aumento de su rapidez cerebral después de 8 semanas de juego estructurado.
Las pantallas digitales pueden proporcionar algunos buenos recursos de aprendizaje, pero, por otra parte, muchos padres sienten que sus hijos pasan demasiado tiempo frente a estos dispositivos de visualización, apuntan desde TP.
Alentar el juego, la construcción y el pensamiento libres ayuda a evitar que el niño pase un “tiempo de pantalla” demasiado prolongado y también a que desarrolle habilidades STEM para toda la vida, según esta fuente.
Recalcan que “aprender a través del juego ayuda a construir memoria. El juego de iniciativa desarrolla habilidades clave de STEM y disminuye la dependencia de las pantallas digitales”.
JUEGOS DE CONSTRUCCIÓN Y JUEGOS CIENTÍFICOS.
Señalan que existen juegos STEM de construcciones magnéticas para mayores de 7 años que permiten crear circuitos y construcciones con movimientos, sin necesidad de pilas, a partir de las fuerzas invisibles de la naturaleza, como el magnetismo o la gravedad, y con ellos se puede fabricar, desde una brújula, hasta lanzadores.
Estos juegos con magnetización, rotación y reacciones en cadena, permiten a los niños construir inventos (más dinámicos cuanto mayor sea su tamaño), experimentar y desarrollar sus propias concepciones mientras se divierten y emocionan, estimulando su creatividad, inventiva, inteligencia y dominio de las fuerzas mecánicas y magnéticas, señalan desde TP.
También existen en el mercado juegos STEM científicos de experimentación para pequeños a partir de 6 años, que les ayudan a desarrollar el aprendizaje y les permiten aprender jugando conceptos clave de educación primaria, apuntan.
Estos productos abarcan, desde juegos de mesa con la tabla periódica química hasta la construcción de un coche eléctrico o de un detector de mentiras, y presentan pequeñas dificultades que los niños pueden resolver a esas edades, haciéndoles comprender los conceptos educativos de una forma divertida y amena, según TP.
Los juegos STEM de construcciones magnéticas desarrollan especialmente los conocimientos de ingeniería y la capacidad lógica-matemática, y posibilitan experimentar conceptos como el magnetismo, la fuerza de gravedad y el peso, según Toy Partner.
APRENDER JUGANDO, CON DIVERSION Y EMOCIÓN.
Los juegos STEM científicos se centran en una o múltiples habilidades, abordando temas que van, desde el conocimiento del aparato digestivo, la corriente eléctrica y conformar un laboratorio de investigación, hasta diversos tipos de construcciones, como una aspiradora y su rotación o el coche eléctrico y sus movimientos, agregan.
“El juego libre en edad temprana de niños y niñas tiene ventajas, como las de que sean ellos quien decidan las normas, los materiales, las reglas y las compañías a la hora de jugar, con lo cual ya están desarrollando una toma de decisiones que en un juego frente a una pantalla no les ocurrirá”, señalan desde TP.
Además, el hecho de poder construir todo a su gusto y crear sus propias experiencias hace que tengan una mayor sensación de libertad, mientras que al jugar frente a una pantalla digital en general estarán guiados por algo o por alguien, señalan.
“El juego libre con contenidos STEM estimula en los niños el desarrollo de sus capacidades motoras, es decir, la motricidad final y coordinación óculo-manual; y también fomenta el aprendizaje social y adaptabilidad, al compartir el juego con niños que tienen distintas formas de pensar y actuar”, indica esta fuente.
Este tipo de juegos ayudan a los pequeños a conocer su entorno y las posibilidades que éste le ofrece, así como eliminar la actitud de sumergirse en el mundo virtual sin relacionarse físicamente, puntualizan.
2Con estos juegos también se suma una quinta letra al aprendizaje STEM: la A de “arte”, debido a la creatividad que fomentan en los niños”, remacha a Efe el equipo de TP.