INSOMNIO
Experta recuerda la importancia de evitar las pantallas antes de dormir para evitar problemas de conciliación de sueño
La doctora Sonia Montilla Izquierdo, neurofisióloga clínica del Centro de Medicina del Sueño del Hospital Universitario Sanitas La Moraleja, ha recomendado evitar el uso de ordenadores, tablets o 'smartphones' media hora antes de acostarse o leer 'ebooks' en dispositivos sin retroiluminación para evitar problemas de conciliación del sueño.
Según un estudio realizado por la National Sleep Foundation, cuatro de cada diez estadounidenses se lleva su teléfono móvil a la habitación a la hora de acostarse. Entre los adolescentes de 13 a 18 años, el porcentaje asciende hasta un 72 por ciento y, en general, el 61 por ciento de los estadounidenses usa su ordenador o portátil al menos cinco noches a la semana antes de dormir.
"La exposición a pantallas puede provocar dificultad para conciliar el sueño, ya que el destello de la iluminación del teléfono móvil o la tablet altera la melatonina, que es la hormona que induce la fase REM del sueño en la que nuestro cerebro se reorganiza y descansa", detalla la experta.
Igualmente, considera aconsejable dejar completamente a oscuras el dormitorio durante las horas de sueño. Y es que, si bien las luces que producen los pilotos que indican el 'stand by' o el nivel de carga de los dispositivos parecen insignificantes, lo cierto es que "también tienen un efecto considerable en la calidad del sueño". Por lo tanto, se debe procurar que todas estas luces estén apagadas. "En algunos casos, como por ejemplo en niños, el uso de alguna luz para dormir no representa un problema, pero es importante evitar los indicadores de los dispositivos móviles", insiste.
La especialista explica que el descanso del organismo está sincronizado con el ciclo solar. El cuerpo se activa y se desactiva en función de la luz ambiental. La invención de la luz eléctrica ha hecho que cada vez resulte más difícil dormir completamente a oscuras. "Esto parece confundir nuestra sincronización con la luz solar alterando así nuestra secreción de melatonina, la hormona inductora del sueño. Y consecuentemente, se reduce la activación de la fase REM, clave para nuestro descanso", señala la doctora Montilla.
En cualquier caso, aunque se apaguen todas las luces para dormir, recuerda que resulta "nocivo" que los ojos hayan estado expuestos a una luz cercana al rostro. "Esto se debe a que la concentración de melatonina se altera debido a un fotopigmento de algunas células de la retina, que son particularmente sensibles a la luz violeta y azul, la que emiten las pantallas. Por ello, es fundamental descansar la vista un rato antes de acostarse y asegurarse de todas las luces están completamente apagadas", argumenta.