PSICOLOGÍA

Cuatro llaves de oro para la calma mental

El distanciamiento social y el periodo de convivencia familiar intenso y prolongado, puede causar desencuentros, tensiones y altibajos anímicos, de los que a veces parece no haber escapatoria en una vida entre cuatro paredes, pero según algunos psicólogos, la salida a esta situación no está “hacia fuera”, sino “hacia dentro” y consiste en llevar a calma a nuestro mundo mental.

Gran parte de la victoria contra la pandemia de la COVID-19 dependerá de nosotros mismos y de cómo sobrellevemos las distintas situaciones extremas que genera, señala el prestigioso psicólogo Javier Urra, quien comparte una serie de recomendaciones y reflexiones para afrontar el confinamiento con la mente sana y en calma.

El primer consejo de psicohigiene consiste en algo tan simple como “aceptar que todo el mundo está igual que nosotros y la situación es la que es”, según Urra (www.javierurra.com), doctor en Psicología y en Ciencias de la Salud, profesor en el Centro Universitario Cardenal Cisneros (Universidad Complutense de Madrid) y primer Defensor del Menor en España.

Permanecer bien informado a través de fuentes fiables, crear nuevas rutinas y horarios y cumplirlos, levantarnos a la hora que lo hacemos habitualmente, mantener un buen aspecto físico y una buena higiene, y dar lo mejor de nosotros cumpliendo las recomendaciones sanitarias y quedándonos en casa, son otros consejos de Urra para “tener la mente sana y ganar esta batalla”.

También recomienda “buscar momentos de intimidad, dedicando

un tiempo a estar con nosotros mismos, dándose un buen baño, tomándose un café a solas, leyendo ese libro que teníamos aparcado, escribiendo, viendo películas, pintando o incluso recuperando alguna antigua afición o pasatiempo.

Urra recalca que en una situación de confinamiento físico es importante hablar y comunicarse con los seres queridos, sobre todo con los más mayores, y compartir la situación con amigos y familiares a través de llamadas telefónicas o videollamadas.

“¡No es el momento de discutir, sino de evitar los conflictos, huir de la confrontación, de los roces y de las situaciones tensas, y poner una sonrisa ante la adversidad, asumiendo que esta situación será más llevadera con sentido del humor!, recalca.

Además de estas recomendaciones generales, Urra selecciona especialmente para EFE cuatro reflexiones o “píldoras de conocimiento” de su último libro “90 minutos psicológicos”, especialmente adecuadas para mantener el rumbo sin zozobrar en la tormenta perfecta que ha desatado el coronavirus:

1.- CULTIVAR EL OPTIMISMO.

Ser una persona entusiasta, positiva y esperanzada en conseguir aquellas cosas que se ha propuesto conseguir, y predispuestas a esperar resultados positivos, permite enfrentarse a las situaciones estresantes y favorece un mejor rendimiento académico, físico y de adaptación profesional, según Urra.

El optimismo realista, sincero e inteligente, basado en uno mismo en lugar de en factores externos, puede ser trabajado y desarrollado, y nos ayuda a construir soluciones ante los contratiempos, y conlleva ventajas como hacernos más resistentes a la adversidad, mejorar nuestro estado biológico y permitirnos conseguir más apoyos sociales, apunta.

2.- ALIMENTAR EL BUEN HUMOR.

Quien no se ríe de sí mismo y va serio por la vida, ha perdido la humildad y desconoce que el buen humor es una prueba inequívoca de inteligencia, según este psicólogo, recordando al igual que Francis Bacon, que la “imaginación nos consuela por lo que no somos, y sentido del humor por lo que somos”.

Es genial reírse con alguien, ya que la distancia más corta entre dos personas es la sonrisa franca, señala Urra, que recomienda regalar sonrisas, lo cual resulta barato y es muy eficaz, captar de la vida aquello que pueda despertar el sentido del humor, y compartir con los demás lo mejor de nosotros.

3.- SOSTENER LA ESPERANZA.

La esperanza es un estado de ánimo que nos brinda consuelo, nos ayuda a perseverar, a desafiar las adversidades y concretar las metas, nos predisponen a una mejor salud física y mental y a una mayor satisfacción y nos aleja de la depresión, de acuerdo a Urra, quien destaca: ¡sin esperanza no hay esfuerzo!.

Las personas con niveles más altos de esperanza se conectan mejor con los demás, creen que la vida tiene un significado y un propósito, y experimentan emociones positivas como el entusiasmo y la confianza, señala este psicólogo para quien “en el crudo invierno palpita la primavera”

Por eso aconseja cultivar esta fortaleza psicológica que nos muestra que cuando una puerta se cierra una ventana se abre.

4.- REFORZAR EL CUIDADO.

“Esforcémonos en ser humildes, hablemos desde el corazón y no desde el ego, aprendamos a ejercitar el arte de la paciencia, ya que la vida, al igual que el automóvil, se conduce desde dentro, y recordemos que cuando abandonemos este mundo dejaremos asuntos inconclusos y otra persona los terminará”, señala Urra.

Recuerda que el psicólogo William James nos enseñó que “podemos cambiar nuestra vida si cambiamos nuestra actitud” y recomienda tener presente que “el momento más oscuro de la noche se produce justo antes del amanecer”.

Para Urra el mundo necesita una cultura del cuidado y del amor al otro (“el motor de la vida”), ya que “todos somos vulnerables y precisamos dar y recibir ternura”.

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