PANDEMIA
Qué es la anosmia, un síntoma que muchos pacientes con COVID-19 reportan tener
La pérdida de olfato se ha convertido en una señal de alerta de la enfermedad, aunque no es exclusiva de esta.
En Corea del Sur, que hasta este sábado cuatro de abril había registrado 10,156 contagios por el coronavirus que causa COVID-19, al menos del 30 por ciento de los infectados sufre anosmia, una condición que también reportan pacientes en Francia, Italia y Estados Unidos.
Esto ha hecho que la anosmia, que se define como la pérdida de olfato, se haya convertido en una señal de alerta, aunque no es exclusiva de COVID-19.
La anosmia se encuentra entre los diferentes trastornos que pueden afectar el olfato, un sentido que, de acuerdo con la otorrinolaringóloga y cirujana de cabeza y cuello Pamela Pol, cumple “varias funciones básicas para la vida”.
“Nos permite identificar muchas cosas en la vida, ya sea alimentos, minerales, flores y plantas, lo cual nos ayuda a relacionarnos con el medio”, dice Pol, actual presidenta de la Sociedad Dominicana de Otorrinolaringología.
Tiene, además, una importante función de protección y alerta. Gracias al olfato podemos identificar el olor a humo durante un fuego o el escape de sustancias tóxicas como gas propano y gasolina, entre otras.
Incluso de manera inconsciente, a través del olor propio de cada especie y de cada individuo en particular, el olfato da señales que contribuyen con la preservación de las especies.
Entre esas señales, Pol cita el tiempo de apareamiento de distintas especies, incluyendo al ser humano. Las feromonas pueden determinar, “sin que nos demos cuenta, el que tengamos mayor afinidad con algunas personas y no así con otras”.
Hiperosmia, hiposmia...
Varios trastornos pueden afectar la olfacción. Pol, que tiene una subespecialidad en rinología y cirugía plástica facial, menciona la hiperosmia como el menos común.
Esta condición se caracteriza porque las personas perciben los olores con mayor intensidad que la población general. Viene junto a un gran desarrollo del gusto y es muy común en catadores y sumilleres.
También se presenta en algunos pacientes con historia de rinitis o inflamación de la mucosa nasal por causas alérgicas y no alérgicas, añade la doctora.
En el lado opuesto se encuentran las personas aquejadas de hiposmia, que se define como la pérdida parcial o disminución del olfato.
En tanto que la sensación de mal olor en la nariz se conoce como cacosmia.
“Todas estas pueden aparecer en patologías de tipo inflamatorio de la nariz, como rinitis y sinusitis, que pueden ser de origen alérgico o infeccioso, ya sea bacteriano o viral, y también por exposición a agentes irritantes y algunas enfermedades con bases inmunológicas”, expresa Pol.
Pacientes con COVID-19
Sobre los pacientes con COVID-19, enfermedad causada por el coronavirus SARS-CoV-2, Pol señala que como ha pasado poco tiempo en la instalación del virus aún no existen suficientes estudios que hablen de la recuperación del olfato luego de la infección o de una pérdida total de este luego de superada la enfermedad.
“Otro punto es que hay alrededor de 200 virus gripales que producen anosmia o hiposmia, al igual que disgeusia o trastornos a nivel del gusto”, añade la especialista.
Para combatir la pérdida o disminución del olfato se puede administrar esteroides. Sin embargo, las guías disponibles hasta el momento no recomiendan este tipo de medicamentos en pacientes con el nuevo coronavirus, pues alterarían su sistema inmunológico.
Pol dice que esas guías médicas tampoco recomiendan el uso de sprays de esteroides tópicos nasales. “Estos podrían esparcir el virus más allá del paciente”.
“De la terapia olfatoria habitual no se menciona nada en estos escritos, quizás porque el estado de emergencia no ha dado tiempo a realizar el estudio de olfacción inicial y la instauración de la terapia olfatoria posterior”, concluye la otorrinolaringóloga.