VIDA COTIDIANA
Algunos consejos para permanecer cuerdo en un mundo que no lo está
En la actualidad, eliminar la ansiedad de la vida diaria no es una opción para la mayoría de la gente. Sin embargo, los terapeutas, el clero y los especialistas en meditación aseguran que hay mecanismos sencillos y accesibles para superar el pánico debilitante.
Según Rick Hanson, psicólogo e investigador del Greater Good Science Center (Centro de Ciencia para el Bien Mayor) de la Universidad de California, campus Berkeley, las habilidades para sobrellevar distintas circunstancias “te ayudan a reformular la situación que enfrentas. No se trata de creer que el mundo es color de rosa, se trata de crear resiliencia”.
He aquí algunos consejos de los profesionales.
— Todos los días: ponte metas, regocíjate y llama a un amigo.
Para la gente que tal vez se siente deprimida o tiene miedo, los psicólogos Julia Hitch y Andrew Fleming recomiendan una estrategia diaria de tres puntos para sobrellevar estos problemas. El primero, “dominio”, requiere establecer una meta alcanzable para el día, no importa si es ensayar piano durante veinte minutos, intentar una nueva receta o hacer ejercicio. Un segundo punto esencial de todos los días es encontrar un elemento que te dé placer: comer un aperitivo delicioso o tomar un baño, por ejemplo. Luego viene la “conexión”, que en la época de COVID-19 significa llamar o tener videollamadas con un amigo o un pariente para salir del aislamiento y entrar en un círculo de camaradería.
— Haz un inventario mental de tu bienestar.
Según Hanson, quien crea meditaciones guiadas para la plataforma digital Simple Habit, cuando comienza a sentir ansiedad, hace unas pocas respiraciones profundas y se recuerda a sí mismo qué es verdad en este preciso momento. Luego, estudia la situación, diciéndose: “En este momento, el corazón te está latiendo. Estás respirando en este momento. Ningún tigre con dientes de sable te está persiguiendo en este momento”.
“Nuestro miedo es sobre el futuro. Es lo que creemos que pasará”, comentó. “Pero, si te tomas un minuto y dices ‘estoy sano’, dejarás de pensar y de tener una preocupación que te hace sentir indefenso y ansioso. Tu cerebro alcanzará un momento de entendimiento silencioso. ‘Las cosas no está increíbles, pero en general están bien. Sigo sobreviviendo’. Te da un cierto sentido de control”.
— Limita tu ingesta de medios.
Es importante encontrar un límite entre educarte con información que sirve para guiar tus decisiones e inundarte de información que simplemente aumenta tu ansiedad. “Apaga tus notificaciones”, opinó Amy Cirbus, directora de contenido clínico de Talkspace, la plataforma de terapia en línea, y mantente informado en momentos específicos del día con plataformas de noticias o televisión por cable.
“Es muy difícil discernir si un reportaje sirve para saber qué acciones tomar” o si solamente te da más material para pensar, comentó Cirbus. “Si entras solo unas pocas veces al día a la burbuja de las noticias y no te abruman, entonces estás eligiendo los momentos y esto te regresa algo de poder”. Lo más seguro es que las noticias urgentes lleguen a ti, agregó.
— Convierte el pánico en un servicio.
“Cada mano que no estrechamos debe convertirse en una llamada. Cada abrazo que evitamos debe convertirse en una expresión verbal de amabilidad e interés”, les dijo el rabino Yosef Kanefsky a sus congregantes la semana pasada.
Los sentimientos de impotencia provienen de la pérdida de control que tenemos sobre la situación actual, explicó Kanefsky en una entrevista. Sin embargo, sí tenemos el poder de brindar apoyo a los demás. “Escribe los nombres de personas, considerando a la gente que está más necesitada por su edad, situación médica o que vive sola. Es mucho menos probable que entremos en pánico si canalizamos nuestra ansiedad hacia este escenario: ‘¿a quién puedo ayudar en este momento y cómo puedo hacerlo?’”.