LITERATURA

Antonio Machado: “Se hace camino al andar…”

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Clidia Díaz Gabriela LlanosSanto Domingo, RD

Hace ochen­ta y un años que falleció en Colliure, los Pirineos Franceses, uno de los es­critores españoles más im­portantes y emblemáticos: Antonio Machado, poe­ta sevillano, autor de mu­chos versos que perviven en la memoria colectiva de los hispanohablantes. Hoy, en Coordenadas Lite­rarias, vamos a recordar al creador de una obra poéti­ca honesta y pura, compro­metida tanto con la belleza como con las oscuridades de la época en la que le to­có vivir.

El poeta y sus caminos

Un patio sevillano, un jardín con sus limoneros, y una escultura en la entrada principal del Palacio de las Dueñas, guardan intacto el recuerdo de la infancia de Antonio Machado en Sevi­lla. Allí nació el poeta en la noche de julio de 1875 y vi­vió sus primeros ocho años en un ambiente familiar de intelectuales.

En Madrid recibió su for­mación escolar en un am­biente progresista y liberal. Descubrió en su juventud el teatro, las tertulias lite­rarias y la bohemia madri­leña en compañía de Ma­nuel, el otro poeta de la familia. París fue escena­rio de encuentros con es­critores como Pío Baroja, Miguel de Unamuno y Os­car Wilde, y de su amistad con el poeta Rubén Darío. Soria (Castilla y León) fue decisiva en su trayectoria literaria.

Allí conoció y contrajo matrimonio con Leonor Iz­quierdo, su gran amor. La prematura muerte de su esposa lo indujo a abando­nar la ciudad.

El desaliento lo llevó a Baeza (Andalucía), que le regaló una de las etapas más fecundas de su queha­cer literario. Segovia fue testigo de la creación de gran parte de su obra tea­tral y de su pasión por su amada y musa Guiomar. Rocafort (Valencia) y Bar­celona le dieron refugio tras el estallido de la Gue­rra Civil. Colliure, el breve exilio y su última morada.

El poeta republicano

Antonio Machado fue, hasta el final de sus días, un defensor del republica­nismo español, con idea­les inspirados en la Revo­lución Francesa (libertad, igualdad y fraternidad) que proclamaba abierta­mente en sus declaraciones públicas o que introducía en su prolífica obra poéti­ca.

Su férrea defensa de los valores democráticos le obligó a sumarse al éxodo que condujo a medio mi­llón de españoles a cruzar la frontera hacia Francia en enero y febrero de 1939; meses antes de que el Ban­do Nacional se declarase vencedor de la Guerra Civil Española y se instaurase la dictadura del general Fran­cisco Franco.

El poeta y Serrat

La música hispanoame­ricana ha inmortalizado la obra de las tres grandes pérdidas que dejó la Gue­rra Civil Española en la poesía universal: Antonio Machado, Federico García Lorca y Miguel Hernández.

Fue el cantautor catalán Joan Manuel Serrat quien decidió musicalizar los ver­sos de Antonio Machado

en 1969, afirmando que su intención era que las futu­ras generaciones que abrie­ran uno de sus poemarios “sepan quién es y lo hayan escuchado”.

De este disco emergió una de las canciones más hermosas y populares del mundo hispano, “Canta­res”, en la que Joan Ma­nuel Serrat puso música y voz a algunas estrofas de “Proverbios y Cantares” de Machado, creando una propia que se ha converti­do en un emotivo epílogo del final de la vida del in­olvidable poeta sevillano: “murió el poeta lejos del hogar, le cubre el polvo de un país vecino, al alejarse le oyeron gritar: caminante no hay camino, se hace ca­mino al andar”.

Su obra

Las obras más destaca­das que escribió Antonio Machado incluyen sobre todo sus poesías Soleda­des, Galerías y otros poe­mas, Campos de Castilla, Nuevas canciones, Cancio­nes a Guiomar, Poesías de guerra, así como su obra en prosa Juan de Mairen.

Gabriela Llanos @gabrielallanos_oficial gabriela.llanos@gmail.com Clidia Díaz @clidiadiaz clidiadiaz@yahoo.com

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