AYUDA
Maltrato infantil, mucho más que daños físicos y emocionales
Cuando se hace referencia a violencia o maltrato infantil, se incluye todo tipo de abusos o falta de atención a los que pueden ser sometidos los niños menores de edad. Se abarca desde la parte física o sexual, hasta los abusos psicológicos, negligencias, explotación laboral o el no suplir las necesidades básicas como alimentación, protección, cuidados, educación, entre otros.
Para la psicóloga Natasha Ramírez Domingo, el maltrato infantil es mucho más que eso. “Son también todas aquellas formas que pudieran, de alguna manera, poner en riesgo la integridad del niño. Tanto es así que, la violencia infantil abarca tantos factores que el simple hecho del menor ser testigo de violencia intrafamiliar ya le convierte en una víctima secundaria de la misma violencia”, explica.
Dependiendo de la forma en que se ejerza la violencia se encuentran variaciones en la sintomatología, pero por lo general nunca suele utilizarse solo una forma de violencia. “Debemos resaltar en este punto que la violencia casi siempre tiende a ser escalonada” afirma la psicóloga clínica, legal y forense, especialista en violencia y abuso.
Principales señales Menciona los principales signos que se pueden encontrar en menores víctimas de algún tipo de violencia. Entre ellos cita:
- El aislamiento o desinterés repentino por compartir con grupo de iguales o actividades que en algún momento fueron de interés.
- Cambios en el comportamiento principalmente llaman la atención aquellos comportamientos hostiles y agresivos hacia otros niños, así como el deterioro en el rendimiento escolar.
- Intentos de huir de casa o evitar el volver a la misma luego de finalizadas las actividades escolares, extracurriculares o de recreación.
- Comportamientos rebeldes.
- Intentos de autolesiones o suicidio.
Según maltrato Dependiendo de su magnitud, muchos de estos menores suelen presentar lesiones físicas sin explicaciones lógicas, fracturas o quemaduras, adopción de comportamientos sexuales inadecuados para su edad, embarazos o infecciones de transmisión sexual. Desarrollo inadecuado del menor, tanto a nivel de crecimiento físico como escolar.
Otras evidencias Hay que subrayar que si bien es cierto que se enlista una serie de signos que pueden levantar sospechas sobre un posible caso de violencia infantil, es necesario consultar a profesionales para corroborarlas y, a tomar las decisiones tomando en cuenta siempre su protección.