Salud

CONSECUENCIAS

¿Dolor en la columna? Cuida la postura que adoptas cuando duermes

Jaclin CamposSanto Domingo, RD

Los dolores en la columna cervical y lumbar pueden deberse a diferentes factores, entre ellos, la postura al dormir, la calidad del colchón y la almohada.

Una postura inapropiada genera dolor haciendo que la persona se despierte durante la noche y no descanse de forma adecuada.

“Las personas que descansan mal tienen peor rendimiento durante el día, ya sea en actividades laborales o deportivas e incluso académicas, por lo que es muy importante garantizar que la persona tenga un buen sueño”, expresa el médico fisiatra y rehabilitador Francisco de la Rosa, de Fisiosalud.

Entonces, ¿cuál es la posición ideal a la hora de dormir? Según el especialista, lo correcto es dormir boca arriba, con las rodillas levemente flexionadas (puedes colocar una almohada debajo de las rodillas para relajar los músculos que flexionan la cadera) y el cuello en posición lo más neutral posible.

“Debe usar una almohada que tenga la altura y la firmeza suficiente como para mantener esa columna cervical neutra y que no esté ni muy flexionada ni muy extendida”, explica el médico.

Las personas que no toleran esa posición o que por alguna indicación médica no pueden dormir tendidas sobre su espalda tienen la opción de acostarse de lado, en una posición parecida a la fetal.

“La menos recomendada, a menos que sea la única posición, sería dormir boca abajo”, advierte De la Rosa.

Casos especiales

¿Qué pasa con las mujeres embarazadas o con las personas que tienen problemas de la columna? Respecto a las gestantes, De la Rosa dice que, cuando la circunferencia abdominal comienza a aumentar, estas deben dormir de costado.

“La presencia del producto comienza a comprimir los grandes vasos de los miembros inferiores y no se recomienda que duerman boca arriba -explica-. Al dormir de lado, deben tratar de mantener la columna cervical recta, con una almohada que pueda permitirle eso, incluso de corte ergonómico”.

E n algunos casos se les sugiere colocarse una almohada entre las piernas para que estas no se crucen y para que los músculos que flexionan la cadera no se estiren demasiado.

En el caso de la escoliosis, un tipo de deformidad tridimensional de la columna, el paciente debe dormir boca arriba. Tiene que evitar dormir de bruces porque esto genera mucho estrés en la parte posterior.

Lo mismo pasa con pacientes afectados por estenosis espinal o por síndrome facetario, quienes deben evitar movimientos en extensión hacia atrás.

Niños y ancianos

Las personas de la tercera edad deben velar por cumplir con las recomendaciones sobre las posturas al dormir. El estrés adicional que una mala postura genera en las articulaciones posteriores aumenta en esta etapa.

De hecho, de acuerdo con De la Rosa, se estima que a los 80 años alrededor del 98 por ciento de los pacientes tendrá hallazgos en estudios de imágenes.

De ahí que los ancianos y envejecientes deban cuidar su postura y elegir una almohada confortable que cumpla con los requerimientos mínimos de altura y firmeza.

En cuanto a los niños menores de cinco años, el médico indica que no se hacen sugerencias posturales o de elección de almohada, puesto que los párvulos se mueven mucho al dormir y casi no usan la almohada.

“El estrés adicional al cuello y los daños a las articulaciones no son tan severos en esa etapa”, aclara De la Rosa.

Los pacientes con una discapacidad marcada constituyen la excepción. En estos casos, sí hay que prestar atención a la postura tanto al dormir como al usar silla de ruedas.

“Tenemos que lograr compensar la debilidad del tronco que pueda tener un paciente con cuñas, almohadas, la silla, la cama, etcétera”, manifiesta De la Rosa.

¿Sin almohada?

El fisiatra y rehabilitador afirma que no es recomendable dormir sin almohada, pues sin este aditamento no se puede mantener la posición de la columna cervical y la cabeza.

Aunque algunos pacientes reporten sentir una mejoría al dormir sin almohada, colocar tablas bajo el colchón o dormir en el piso, no existe evidencia médica que respalde la efectividad de estos y otros hábitos populares.

“Son posturas que, por ergonomía, no son prudentes para recomendarlas a los pacientes. En medicina todas las recomendaciones deben tener un sustento y que a una sola persona le haya funcionado no es sustento”, argumenta De la Rosa.

“Un gorrión no hace primavera”. El fisiatra resalta la importancia no solo de usar almohada, sino que escoger la más indicada, como uno de los factores que, junto a una adecuada postura, ayudan a prevenir o paliar el dolor en la región cervical y lumbar.

Recuerda, no obstante, que este es “solamente uno de los factores que tiene que amarrar junto con todas las otras cosas como control de peso, control de su situación médica, ejercicio terapéutico y cualquier otra cosa que pueda resultar en alteración del patrón de sueño”.

LA ALMOHADA

Elección.

Francisco de la Rosa, fisiatra que participa en la campaña “Cambia tu almohada”, de la firma Christy’s, dice que para elegir una almohada se toman en cuenta su altura, firmeza, confort y temperatura.

Detalles.

Una almohada muy alta flexiona el cuello; una muy bajita hace que este se extienda y que la cabeza se vaya hacia atrás.

Si no es lo bastante firme no mantiene la cabeza en posición neutral.

Las de algodón y algunos materiales sintéticos son frescas; las de plumas de ganso retienen calor y no convienen para climas cálidos.

Cuidado.

La vida útil de una almohada va de 12 a 18 meses.

En algunos casos puede llegar a 36 meses. Pasado este tiempo hay que cambiarla porque pierde cualidades. Respecto al cuidado e higiene, el forro se debe lavar con regularidad y la almohada en sí, se ha de lavar mensual o bimestralmente, siguiendo las instrucciones de la etiqueta.