DESTINO

Ponzano: En un tramo tiene más de 40 bares

1- Los azulejos decoran la fachada y el interior del bar El Doble en la calle Ponzano 2- Láminas de madera decoran el techo en LTL Barra Lateral. Fotos Carmenchu Brusíloff

1- Los azulejos decoran la fachada y el interior del bar El Doble en la calle Ponzano 2- Láminas de madera decoran el techo en LTL Barra Lateral. Fotos Carmenchu Brusíloff

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Carmenchu BrusíloffSanto Domingo, RD

En la longitud de un kilómetro de la calle Ponzano, en el barrio de Chamberí en Madrid, Pablo León y Fernando Peinado del periódico El País contaron 72 bares. Yo, curiosa, decido comprobarlo junto a mi hijo Alexis. Y hacia allá nos dirigimos de noche en el bus 45. El asunto es que de Chamberí poco conozco, y menos en la oscuridad nocturna. Ante nuestro cuestionamiento, el conductor nos indica dónde apearnos. Así lo hacemos, mas parece que pasamos de largo la parada correspondiente. Al apearnos, indecisos sobre la dirección a tomar nos orienta un joven peatón. Es que en mi planito no aparece la calle Ponzanos. No es zona de turistas, aunque es ruta de tapeo.

La encontramos tras recorrer varias cuadras. Fácil de reconocer. Hay bares y más bares. Algunos repletos de parroquianos. Otros medio vacíos. Hay fachadas simples y fachadas de azulejos y hasta un restaurante con el exterior de ladrillos. La temperatura es excelente: 23 grados centígrados. Deambulamos a nuestro aire, deteniéndonos a ratos para echar un vistazo al interior de un bar. Hay bastante movimiento, pero no algarabía.

Tras caminar un trecho y haber contado más de 40 bares descubro aquel del cual leí un excelente comentario: LTL Barra Lateral. En su terraza, las mesas están todas ocupadas y hay de pie gente que espera. En el interior, donde abunda la madera como decorado del techo, la barra está casi vacía. Nos sentamos en cómodos taburetes dispuestos a pedir algunas tapas. El asunto es que yo, al enterarme que tienen tiramisú, olvido lo salado. Resultó ser un dulce de fina repostería.

El menú En cierto modo, este tiramisú compensa mi falta de postre al mediodía cuando, en el barrio de Salamanca, almorzamos en el restaurante Dingo, ubicado en la calle Recoletos esquina Paseo de Recoletos. El menú cuesta sólo 11.90 euros, excepto que en ciertos platos cobran un suplemento de tres euros. Elegí Parrillada de verduras con sal gruesa y aove (aceite de oliva virgen extra) y Merluza a la plancha (aquí aplica el suplemento). El pescado estaba soso y pedí limón, que no traía. El menú incluye el IVA, una bebida (en mi caso vino tinto), pan, postre (dos opciones) o café. La opción de postre que quería se había acabado. Tomé café. Alexis, a su vez, se inclinó por Croqueta de cangrejo servido en vaso y Entrecot a la parrilla con patatas (con el suplemento de 3 euros). Por tal precio, el almuerzo estuvo bien.

En Salamanca El restaurante Dingo, que se promociona con una frase en inglés: ‘All day dinner‘ (Comida todo el día), tiene abiertos dos locales: en la calle Recoletos y en la calle Velázquez. Ofrece menú y platos a la carta.