DESTINO
Dos noches y un día explorando Quito

Este paseo, en complicidad con el ecuatoriano Byron Rojas, fotógrafo y guía, permitió valorar su historia política, económica y social. LA AUTORA
Cuando viajas durante la noche hacia una ciudad desconocida, sea por tierra, mar o aire, experimentas una gran expectativa, más aún si una Luna Llena te da la bienvenida sobre una ciudad que cautiva por lo colonial y lo moderno de la provincia Pichincha, en este país.
Yendo por vía terrestre hasta Quito, la exaltación te atrapa al detenerte en el Mirador de la Forestal, descendiendo por la avenida Simón Bolívar, desde donde observas la parte sur y las altas montañas que rodean la capital del Ecuador. Ahí captas el satélite más próximo al planeta y un paisaje iluminado desde el cielo hasta el anidado en un largo y estrecho valle andino.
La marcha hacia la metrópolis promete múltiples emociones; no ayuda la escasa señalización de carretas y calles urbanas, pero una unidad de agentes policiales de servicio metropolitano al ser contactada, gentilmente indican cómo ubicar la avenida Amazonas, interceptada por las calles Juan González, Japón, Núñez de Veta y Naciones Unidas entre otras. Luego un punto de comida y dependientes venezolanos super abrigados invitaron a la oferta de un delicioso emparedado de pernil.
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