JUNTOS 2019

La interinstitucionalidad, clave para enfrentar la crisis climática en Japón

En un encuentro con los participantes del programa Juntos 2019, Kimio Takeya, técnico asesor de la Agencia Japonesa de Cooperación Internacional (JICA) y catedrático de la Universidad de Tohoku, destacó los esfuerzos que hace el gobierno local para enfrentar y mitigar los desastres.

Señaló como una fecha decisiva la adopción del “Marco de Sendai para la reducción del riesgo de desastres (2015-2030)” por parte de los miembros de la ONU, como resultado de la Conferencia Mundial sobre Reducción de Riesgo de Desastres que se celebró en 2015 en la ciudad japonesa de Sendai. Dado que Japón es muy vulnerable a los desastres naturales, a que un 50 % de su población vive en llanuras y alrededor de 4 millones de habitantes en lugares muy bajos (vulnerables a las inundaciones), luego del tifón de 1959 tomaron previsiones y regularon las construcciones. “Pero para construir una ciudad más resiliente en cuanto a los desastres, estamos trabajando más allá de la infraestructura, estamos trabajando la reforestación, la alerta temprana y la prevención del riesgo”. De esta manera, en los últimos años el número de víctimas por inundaciones se redujo entre un 10 y 20 %. ANTE LOS SISMOS Si la infraestructura es débil, de poco sirven los simulacros, dijo Takeya sobre la vulnerabilidad de Japón ante los terremotos. Sin embargo, aseguró que los simulacros sí funcionan en Japón porque “el sismo, con todo y sacudidas, no hace nada a los edificios”. Luego del terremoto de Kobe, en 1995, las edificaciones fueron fortalecidas, especialmente las escuelas y los hospitales. Gracias a la tecnología aplicada en la construcción, que permite un tipo de infraestructura flexible, los edificios pueden moverse hasta dos metros durante un sismo sin que pase nada. En resumen, plantea que la clave está en el planteamiento de tres prioridades: invertir en la reducción de los riesgos de desastres; si estos ocurren, preparar una respuesta y luego reconstruir mejor. Esto es posible, explicó, porque la interinstitucionalidad sí funciona en Japón, en prácticamente un 100%: todas las dependencias trabajan en coordinación con el gobierno y los municipios.

“Somos un país más seguro y por estas experiencias estamos apoyando a otros países. Japón es el donante más grande del mundo”, apuntó.

El programa Juntos, creado por el gobierno de Japón para compartir experiencias con América Latina, estuvo dedicado este año a las políticas ambientales que implementa el país nipón.