RECONSTRUCCIÓN
Francia lanzará un concurso de arquitectos para la nueva aguja de Notre Dame
El Gobierno francés lanzará un concurso internacional de arquitectura para la reconstrucción de la aguja de Notre Dame de París, que se vino abajo en el incendio, en el que se determinará qué se hará en su lugar y si se levantará una idéntica u otra adaptada a las técnicas actuales.
El primer ministro, Édouard Philippe, destacó a la prensa tras un Consejo de Ministros consagrado a la reconstrucción de la catedral que el concurso determinará si se sustituye la aguja y, en caso afirmativo, si será exacta a la que había construido en 1859 el arquitecto Viollet-Le-Duc o una versión modernizada.
Philippe señaló que una opción es "dotar a Notre Dame de una nueva aguja adaptada a las técnicas y a los retos de nuestra época".
El primer ministro indicó que el Ejecutivo presentará la semana próxima un proyecto de ley que fijará el marco de la restauración y establecerá garantías de transparencia de forma que "cada euro pagado para la reconstrucción sirva para eso y no para otra cosa".
En ese proyecto de ley se modificará la tributación de las donaciones, por lo que la exención fiscal para los particulares que den hasta 1.000 euros será excepcionalmente del 75 %, en lugar del 66 %.
A partir de 1.000 euros, se mantendrá la norma actual del 66 % (hasta un límite del 20 % del impuesto sobre la renta), y tampoco habrá cambios en las donaciones de las empresas, que pueden deducir un 60 % de sus gastos de mecenazgo, con un tope de hasta un 0,5 % de su facturación.
La polémica sobre esas exenciones fiscales ha emergido después de que algunas de las grandes fortunas francesas y ciertas multinacionales hayan hecho en unas horas promesas que suman ya 800 millones de euros y pueden superar los 1.000 millones rápidamente.
Philippe se felicitó por que haya personas adineradas y empresas que "quieran participar en la reconstrucción de un edificio que no es sólo un edificio", como lo ha demostrado la emoción generada por su incendio.
El primer ministro reconoció que el plazo de cinco años que este martes Macron dio para la reconstrucción "es un desafío inmenso", pero subrayó que le parece "sano que nos fijemos objetivos ambiciosos".