CIENCIA

Los fósiles narran el momento en que un asteroide cambió la Tierra

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Ivan CouronneWashignton, Estados Unidos

Los paleontólogos hablan con frecuencia de miles y millones de años, pero el estadounidense Robert DePalma dice ser capaz de poder describir los minutos que siguieron al devastador impacto de un asteroide hace 66 millones de años, uno de los acontecimientos más importantes de las historia de la Tierra.

"Casi nunca tenemos la ocasión de afinar de esta manera en el momento de un acontecimiento de la historia geológica, es muy, muy raro", dijo el lunes el científico de 37 años a la AFP.

Junto a once coautores, el investigador publicó un estudio en la Academia Estadounidense de las Ciencias (PNAS). Un texto muy esperado para verificar el rigor científico de unas conclusiones que el mundo de la paleontología había escuchado en conferencias en los últimos años.

En 2012, el joven de 30 años comenzó a buscar en un sitio perdido llamado Tanis de Dakota del Norte, una gran área conocida por los cazadores de dinosaurios en la formación Hell Creek, conocida en español como "arroyo del infierno".

Al cabo de los años, con la ayuda de asistentes y una decena de estudiantes, descubrió en un estrato de 1,30 metros de espesor fósiles de peces enteros, plantas, árboles y de moluscos, congelados en sedimentos y ligados entre sí con una densidad sin precedentes.

"El depósito fangoso se hizo casi instantáneamente, atrapando a todas estas plantas y todos estos animales en unos momentos", explica el investigador.

- ¿Los dinosaurios? -

El asteroide impactó a 3.050 kilómetros del lugar y formó el cráter Chicxulub, en lo que hoy es la península mexicana del Yucatán.

Los científicos han datado después de mucho tiempo este impacto, que enfrió y enterró el planeta bajo en un manto de polvo al expulsar miles de millones de toneladas de partículas a la atmósfera. Aquello imposibilitó la fotosíntesis y extinguió el 75% de las especies terrestres, incluidos los dinosaurios, lo que abrió el camino para la aparición de los mamíferos. En ese momento, una importante vía fluvial interior cortaba Norteamérica en dos.

Los investigadores creen que el impacto de Chicxulub provocó un seísmo de magnitud extraordinaria. Las ondas sísmicas habrían recorrido los más de 3.000 kilómetros hasta Tanis en 13 minutos. El temblor provocó olas de 10 metros en el río y engulló toda forma de vida bajo un manto de sedimentos.

Los investigadores calculan que a los 15 minutos del impacto, comenzó en el lugar una lluvia de bolas de vidrio incandescentes expulsadas por el impacto.

Los científicos han encontrado estas esferas en las branquias de los peces y los árboles de ámbar, y su datación corresponde a la edad del impacto. El conjunto está justo debajo de la capa geológica que separa el Cretácico del Paleógeno.

Los fósiles se han conservado de forma extraordinaria, y siguen manteniendo su volumen en lugar de haberse aplastado, según el investigador. "Hasta entonces, solamente se habían encontrado tres o cuatro peces articulados en Hell Creek", indicó DePalma, quien encontró más del doble, así como nuevas especies.

"Puedo confirmar que tenemos restos parciales de un ceratops", afirma satisfecho, prometiendo al menos una docena de artículos científicos sobre un triceratops y otros descubrimientos específicos.

El primer artículo ha levantado el escepticismo de algunos especialista, ya que no está dedicado a los dinosaurios encontrados u otros fósiles descubiertos y de los que ha hablado en conferencias durante dos años.

"Todo el mundo está perplejo ante el gran número de cosas inusuales anunciadas (...) aunque la mayoría no aparece en el artículo", explica a la AFP Kirk Johnson, director del Museo Smithsonian de Historia Natural en Washington.

Aunque, para Johnson, se trata de un estudio "interesante", ya que el hecho de que expertos de la disciplina, incluido Walter Alvarez, padre en 1980 de la idea de que un asteroide había causado una extinción masiva, participaran en el estudio, le añade credibilidad.

DePalma explica que la secuencia de eventos descrita es la hipótesis más probable, en este punto de su investigación. "Es la naturaleza del trabajo científico, ajustamos constantemente nuestras interpretaciones basadas en los datos", dice.