El valor de un tema se lo da usted

Hace unos días hablando con Ico, me hizo notar que de cualquier cosa puedo trabajar una historia. Tal vez él tenga razón. Sin embargo, mi opinión es otra: el valor de un tema se lo da usted. Desde mi punto de vista es así. No hay uno más importante que otro, todo depende de cómo cada quién lo asimile y lo haga suyo. Cuántas veces no hemos cambiado de canal porque no nos interesa que estén hablando de cómo cambiar el mundo, y sin más, pasamos a otro en el que están tratando sobre la solución a un hoyo que hay en una calle determinada. ¿Pero qué sucede? Simplemente, que ese agujero está en la vía por la que transitamos día a día, mientras que la transformación del mundo sigue siendo una utopía. Por nimios que veamos algunos temas, éstos siempre tendrán su justa importancia para quienes se identifiquen con ellos. Si no lo cree, visite la ciudad fabulosa donde hasta cuando a un árbol se le cae una hoja se convierte en todo un acontecimiento. Hay que saber por qué, si sucedió en el tiempo que debió ser, cuáles serán las consecuencias... En fin, aquí todo importa. Nada se pasa por alto y, en lo que a periodismo se refiere, una buena historia sale de un tema bien tratado, no de un gran acontecimiento. Una buena entrevista es el resultado de una conversación amena. El tú me preguntas y yo te contesto solo satisface lo que mecánicamente se quiere obtener para una publicación. Sin embargo, cuando hablas con tu entrevistado, puedes conocer más que la información que tiene para ofrecer, su sensibilidad, la cual ha de ser lo que realce tu historia. Así se trabaja en este lugar fabuloso donde los pequeños detalles construyen las grandes obras. Y no es cliché, es realidad. Aquí no buscan acercarse a la perfección con temas que impacten sino llegar al corazón con historias que marquen. Tan distinto en nuestro querido país, donde abunda el protagonismo, el egocentrismo y todo lo que te coloque “donde el capitán te vea”. A los temas que entendemos pequeños y que entendemos no nos van a reportar ese realce, sencillamente lo relegamos para dar paso a lo pomposo. Sin embargo, yo sigo pensando que el valor de una historia se lo da usted. Ico cree que soy yo que le saco partido al tema, cuando en verdad es él quien tiene la grandeza de darle sentido a las pequeñas cosas que lee. Y, con esta columna, sé que hará lo mismo.