FÁBULAS EN ALTA VOZ

¿Y ahora que está en el tapete...?

Cuando LISTÍN DIARIO decidió apostar a temas pocas veces tocados en su justa dimensión, abordó el incesto. La acogida fue inesperada, pero como siempre, nada es perfecto.

El día de la cuarta entrega recibimos una llamada de una persona que calificó de crudas las historias publicadas. No reparó en pedir que se le pasara “un paño tibio” a la triste realidad evidenciada en cada caso.

Y ahora, cuando se ha destapado la caja de pandora, qué tendrán que decir quienes prefieren que se queden “bajo las sábanas” los traumas y sufrimientos con los que cargan cientos de niñas y niños abusados por sus propios familiares. El incesto es una realidad que hay que enfrentar, que hay acabar y sepultar en lo más profundo de la tierra. Hay que hacerlo como persona, como sociedad, como autoridad... Todos debemos aportar para proporcionarles a nuestros niños un lugar fabuloso donde puedan vivir su infancia, donde nadie atente contra su integridad física y moral. Donde solo derramen las lágrimas propias de sus años. Por un rasguño, una rabieta... Donde puedan confiar libremente en su familia como el ente protector que está llamado a ser. Donde el parentesco no solo lo den los lazos sanguíneos, sino la convivencia con las personas. Una ciudad fabulosa donde habite el respeto como el valor más importante para guiar a las generaciones. Donde no se esté siempre dispuesto a criticar el trabajo que hacen los demás, sino a contribuir para que sobre todo, cuando haya menores de por medio, se actúe sin cortapisa. En fin, donde los menores no tengan que enfrentarse a la realidad de un país que antepone la vanidad a cualquier prevención o solución del problema más atroz por el que atraviese una persona. ¡Vamos a seguir denunciando al monstruo! El incesto puede habitar hasta en el hogar que creamos más perfecto. Que no sea un tema de “moda”, sino una realidad que hay que acabar de raíz.

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