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PRENSA JOVEN

68 años de un movimiento juvenil que cambia vidas

Es cierto que la educación empieza por casa, pero es importante destacar las influencias que tienen la escuela, la iglesia y el entorno. Hay padres que han apostado por una formación complementaria.

El Club de Conquistadores es un movimiento juvenil a nivel mundial, pertenece al Departamento de Jóvenes de la Iglesia Adventista del Séptimo Día (IASD) desde el 1950. Trabaja con la educación física, mental y espiritual de niños y adolescentes entre 10 y 15 años.

La dinámica de liderazgo es interesante. Niños de 6 a 9 años inician en el Club de Aventureros, cuando cumplen 10 años pasan al Club de Conquistadores y al tener 15 años entran a la Escuela de Guías mayores, donde se forman para ser quienes dirigen los clubes anteriores. Van alcanzando rangos hasta ser los líderes que luego impulsan el movimiento. Es un ciclo que no termina. Uno de sus lemas es que “una vez conquistador, para siempre conquistador”.

¿Por qué los jóvenes? El propósito del movimiento en cualquiera de sus versiones es el mismo: formar en valores a la generación que está creciendo mediante actividades didácticas y recreativas que los alejen de la delincuencia y los acerquen cada vez más a Dios.

En todo el mundo el Club de Conquistadores forma parte del Ministerio Joven de la IASD, que tiene como director en la actualidad, y por primera vez en la historia del movimiento, precisamente a un pastor dominicano, Andrés Peralta.

PROPÓSITO Al cuestionar al pastor Peralta sobre las razones por la cual la Iglesia Adventista del Séptimo Día se preocupa en tener un departamento exclusivo para jóvenes, responde: “En todo el mundo hay aproximadamente 1,800 millones de jóvenes de edades comprendidas entre los 10 y los 24 años, lo que constituye la mayor población de jóvenes de la historia.

En la iglesia adventista el 70% está entre 10 a 35 años de edad, por eso nos preocupamos en tener jóvenes que pueden hacer la diferencia”.

Enfatiza que cuando un padre lleva a sus hijos a un Club de Conquistadores, sin importar a qué religión pertenece, puede ayudar a mejorar la sociedad. “Nuestros clubes han sido avenidas de bendición a muchos no importando su filosofía religiosa”.

Con él coincide el pastor David Uribe, director de jóvenes de la Asociación Central Dominicana (ACD): “La iglesia cree que los jóvenes bien conducidos son el activo más importante que cualquier institución tiene. Tenemos un departamento exclusivo porque les amamos y creemos en ellos y nuestro propósito es guiar a cada joven a una relación salvadora con Jesucristo y a una vida de servicio en la iglesia y la comunidad”. Uribe relata que el movimiento llegó al país en 1957.

TESTIMONIO Uno de los tantos ejemplos es Juan José Eusebio, quien celebra la “Semana de la Pañoleta” portando esta insignia en el trabajo y dice que a pesar de sus múltiples responsabilidades nunca deja el Club de Conquistadores a un lado porque cambió su historia.

“Nací en Los Guandules y crecí en la parte más pobre del sector Matahambre, hijo de madre soltera, sin empleo y con tres hermanas más. Todas las probabilidades estaban en mi contra, como ocurrió con la mayoría de mi generación.

Pero entonces conocí el Club de Conquistadores y me aferré a él, y entonces todo fue diferente.

Aprendí a superar mis miedos, a siempre aspirar a la excelencia, a ser positivo, determinado y no rendirme porque nada hay imposible para Dios. Esos principios de vida me guiaron a superar mi timidez, graduarme con honores de la universidad, conseguir mi primer trabajo. En 2010 fui el primer adventista en ganar el premio Nacional de la Juventud en Liderazgo Religioso. Soy asesor académico, escribo para revistas, participo en la radio. Soy abogado litigante del Ministerio de Interior y Policía, doy seminarios a oficiales de comando y estado mayor de la Armada y el Ejército. Conocí a mi esposa por el club, y he viajado por el mundo representando a la juventud adventista dominicana. Todo absolutamente gracias a Dios y un movimiento juvenil que definitivamente cambió mi historia”.

Distintivo Los conquistadores esperan con ansias este sábado 15 de septiembre, cuando realizarán distintas actividades: servicio comunitario, visitas a hospitales y hogares de ancianos, bautismos de conquistadores, los niños son los predicadores en las iglesias, caminatas y eventos sociales recreativos en la noche.

Sin embargo desde ya están celebrando. De todas las insignias que caracterizan a los conquistadores, la más importante de todas es la pañoleta.

Por eso nació la “Semana de la Pañoleta” que se realiza una semana antes de la celebración donde los conquistadores y quienes fueron alguna vez conquistadores se colocan la pañoleta encima de su ropa habitual para ir a la escuela, universidad, trabajo u otras actividades.

Portando con orgullo su identidad y contándole a otros de qué trata este movimiento que en algún momento impactó su vida.

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