ARTES VISUALES

“Pachamama”, un homenaje a la Madre Tierra

Los colores y transparencias de Michel Bizet vuelven a SD, en una muestra distribuida entre el Museo de las Casas Reales y la capilla de Los Remedios

Colocada en el altar de la capilla de Los Remedios, esta pintura sobre vidrio puede observarse por ambos lados.  ©Víctor Ramírez/LD

Colocada en el altar de la capilla de Los Remedios, esta pintura sobre vidrio puede observarse por ambos lados. ©Víctor Ramírez/LD

El artista francés Michel Bizet no usa pinceles. No los necesita, dice. Prefiere las espátulas. Con ellas logra esos movimientos de agua y esas transparencias de luz y color que embelesan al espectador que observa sus lienzos y pinturas sobre vidrio.

Tras ocho años de ausencia de las galerías capitaleñas, el artista radicado en Las Terrenas regresa a Santo Domingo con “Pachamama/Madre Tierra”

El título, explica, es un homenaje a la antigua manera en que los pueblos indígenas de los Andes centrales de América del Sur llaman al planeta Tierra.

Y es eso lo que busca transmitir con los trabajos presentados a propósito de la celebración, en abril, del Día Internacional de la Madre Tierra: la celebración a través del arte de ese vínculo que mantiene con ella desde su nacimiento en Jallieu, Francia, hace 77 años.

“Es que soy una persona de la tierra. Mi papá era veterinario y mi abuelo, arriero”, comenta a Listín Diario. A beneficio de la fundación Michel Bizet, las obras de Pachamama se exhiben en la sala de exposiciones y el pasillo del Museo de las Casas Reales y en la capilla de Los Remedios, en la Ciudad Colonial.

Más de treinta piezas, entre cuadros, esculturas y pinturas en vidrio, polípticos y retablos abstractos permanecerán en estos espacios hasta el 15 de mayo.

Cuadros que respiran Bizet nació cerca de Lyon en 1941. Entre 1959 y 1962 participó en el servicio militar y tomó parte en la Guerra de Argelia, pero lejos de plasmar en su arte el horror de la experiencia vivida, se decidió por mostrar el lado romántico de su vínculo con la tierra.

De su estancia por muchos años en Saint-Tropez, al sureste de Francia, tomó los tintes impresionistas de su paleta. “Es un lugar mágico porque la luz viene del Norte y no se parece a la luz de otros lugares. Es una maravilla. Muchos pintores famosos vinieron aquí para captar la magia de esa luz”.

También le inspira la luz de República Dominicana, especialmente los contrastes que encuentra en el río Ozama. “La naturaleza es tan especial que no necesitas poner muchas cosas en un cuadro para disfrutarla. Cuando pones muchas cosas se ve todo muy cargado. Las personas, para vivir bien, necesitan respirar. Y así tienes una respiración buena. Puedes ver los cuadros y no hay preocupación. Puede estar solo el Sol, la Luna, el mar... y ya”.

Explica que la descomposición en su trabajo consiste en elegir el “mejor” color, sin muchos detalles, y que el público ponga de su parte un poco de abstracción. “Las personas estamos viviendo con mucho estrés. Necesitamos ver cosas que nos relajen. Todas las personas viven corriendo: que si la hora, que si el celular. Vivimos una vida de locos. Nunca antes las personas habían vivido así. ¿Recuerdas a tu mamá, a tu abuela? Vivían de otra manera. Con tantos problemas, no voy a agregarles más estrés a las personas que contemplan mis cuadros. Prefiero presentar lo natural, es mi manera de ver la tierra, por eso me gusta mucho la transparencia”.

DE LA FUNDACIÓN

Michel se estableció en Las Terrenas, Samaná, en 1996. Aquí dirige la fundación Michel Bizet, dedicada a la producción de miel y a proyectos ecológicos.

El artista aprovechó la inauguración de Pachamama para explicar, usando una colmena artesanal, los beneficios de la apicultura para el medio ambiente y la economía dominicana y para anunciar que la fundación trabaja en una línea de productos a base de miel pura en alianza con un reconocido laboratorio.

“La colmena era la farmacia de los egipcios, griegos, romanos… de todo el mundo”, dice.

DE INTERÉS. Si visitan la muestra, no se pierdan la pintura sobre vidrio que puede observarse por ambos lados en el altar de la capilla. Michel expresa que la idea de mostrar obras de este tipo era jugar con los vitrales del pequeño templo.

Michel dice que es un hombre de la tierra: "Mi papá era veterinario y mi abuelo, arriero.

Hay muchos tipos de azul, pero cada uno va cambiando permanentemente con la luz, dice Michel.

El proceso creativo y técnico que nace de la paleta multicromática de Bizet, le ha permitido construir cadenas y arsenales de vibraciones múltiples, escribe el crítico de arte Abil Peralta.

La fundación Michel Bizet se dedica a la producción de miel y a otros proyectos ecológicos. Víctor Ramírez/LD

Así llaman a la Madre Tierra los pueblos indígenas de los Andes centrales de América del Sur. Víctor Ramírez/LD

Vista de exposición del artista francés en el pasillo del Museo de las Casas Reales. Víctor Ramírez/LD