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El nuevo inquilino de la Ermita De Saalfelden

Vivirá en los alpes austriacos sin luz, agua corriente ni Internet; sin comodidades. Tampoco disfrutará de un sueldo. Es un trabajo voluntario. El trabajo perfecto para un auténtico ermitaño.

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Redacción La Vida y agenciasSaalfelden, Austria

La aislada y centenaria ermita de Saalfelden, en la región austríaca de Salzburgo, es todo un símbolo de la vida alpina y ermitaña.

En enero de 2017, la parroquia puso un aviso en el que solicitaba un nuevo inquilino, para lo que ofertaba alojamiento gratuito y grandes vistas, pero sin disfrute a sueldo. Entre los requisitos: ser cristiano y varón.

Al oeste de Austria, la ermita cuelga de una roca sobre los 1,400 metros de altura en los Alpes austríacos. Fue construida hace 350 años y no cuenta ni con luz ni agua corriente. Tampoco con Internet.

Pues bien, la parroquia ya tiene un nuevo inquilino. Se trata del belga Stan Vanuytrecht, un ermitaño de 58 años que fue elegido entre medio centenar de candidatos de todo el mundo para ocupar este puesto.

Stan fue presentado hace dos semanas en una ceremonia religiosa en la que participaron cientos de personas, pero se mudará aquí a partir del 15 de mayo.

¿Su trabajo? “Tratar a los visitantes que se acerquen al lugar atraídos por su belleza y peculiaridad, además de cuidar de su nuevo lugar de residencia”, apunta la agencia EFE, que agrega que hablar y escuchar a los peregrinos que se le acerquen no será un problema para el nuevo ermitaño, pues trabajó en el pasado como auxiliar sanitario voluntario durante once años, en los que trató con indigentes, alcohólicos y drogodependientes.

En el currículo del diácono belga figura, además, que tiene experiencia visitando a presos en cárceles y a pacientes de psiquiátricos, por lo que está acostumbrado a ayudar a personas en situaciones más que difíciles.

¿Lujos? No los necesita, dijo Stan.

“Lo más probable es que me falten las patatas fritas belgas con filete”, ironizó.

Según contó Vanuytrecht, pretende bautizar a su tercer nieto, que está a punto de nacer, en la ermita.

Debido a las bajas temperaturas de la región, el ermitaño solo podrá ocupar su nuevo hogar entre los meses de mayo a noviembre. Su antecesor, un sacerdote de Viena, aguantó un solo verano. Sin embargo, previo a él, un monje benedictino habitó la ermita durante doce años.

Los candidatos debían enviar sus postulaciones por correo postal, siendo la primera vez que cualquiera se puede postular. Anteriormente, eran elegidos por recomendaciones.

(+) ES UN SOLITARIO DESTINO RELIGIOSO La modesta ermita Saalfelden es una de las pocas de Europa central en la que todavía vive un eremita, es decir, una persona que vive sola en un lugar deshabitado con la intención de dedicar su vida a la oración o al sacrificio.

Lo primero que dijo Stan cuando vio el anuncio publicado por la parroquia fue: “Este es mi sitio. Aquí quiero estar”. La parroquia dice que se trata de un trabajo voluntario y por tanto no ofrecen comodidades ni nada a cambio. Los turistas acceden al lugar a pie.

Stan Vanuytrecht tiene 58 años. Dice que este es el lugar donde quería estar

La parroquia no ofrece comodidades porque se trata de un trabajo voluntario.

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