SIGNO DE PROBLEMAS EN EL CEREBELO

¿Qué es la ataxia?

Este trastorno se caracteriza, sobre todo, por la falta de coordinación de los movimientos voluntarios. Un neurólogo aclara algunas dudas relativas a esta condición.

Cuando hace algunas semanas se dijo que la cantante y actriz mexicana Pilar Montenegro sufría una enfermedad degenerativa que supuestamente la había alejado del medio artístico, el término ataxia se puso en el tapete.

¿Qué es la ataxia? ¿Cuáles son sus síntomas? ¿Qué la origina? Estas y otras preguntas asaltaron a las personas que nunca habían escuchado hablar de esta condición.

Luis Taveras Guzmán, neurólogo del Hospital General de la Plaza de la Salud, explica que la ataxia es un signo neurológico que se produce cuando hay deterioro de la función del cerebelo.

Se caracteriza, sobre todo, por la falta de coordinación de los movimientos voluntarios.

La inestabilidad de la marcha es una de sus manifestaciones tempranas (el paso se asemeja al de una persona en estado de embriaguez) y la razón por la cual el paciente empieza a caminar con los pies más separados para evitar perder el balance y caerse.

La persona con ataxia, explica Taveras Guzmán, no es capaz de andar erguida, pararse en un pie o caminar sobre una línea. Además, la incapacidad para coordinar los movimientos hace que tenga problemas para articular las palabras (habla escandida o frases pronunciadas en un solo tono) y para deglutir.

La función del cerebelo Ubicado en la parte posterior de la cavidad craneana, el cerebelo regula la coordinación muscular y el equilibrio del cuerpo.

El neurólogo Luis Taveras Guzmán explica que los movimientos voluntarios se crean en la corteza del lóbulo frontal del cerebro. Pero, para ser efectivos y lograr su cometido, esos movimientos deben ejecutarse de forma armoniosa. En este punto entra en juego el cerebelo.

Ataxia: signo principal de lesiones del cerebelo La ataxia fue descrita por primera vez en 1863 por el médico alemán Nikolaus Friedreich. Se trataba de casos hereditarios en menores de edad.

Otros médicos después de Friedreich describieron diferentes tipos de ataxia hereditaria.

Todavía hoy, según el neurólogo Luis Taveras Guzmán, la mayoría de los casos diagnosticados tiene origen hereditario. Pero detrás de esta falta de coordinación en los movimientos puede haber otras causas.

Taveras Guzmán, gerente de Neurología del Hospital General de la Plaza de la Salud, dice que existen ataxias adquiridas. Se producen como consecuencia de eventos cerebrovasculares o traumas (en estos casos los signos aparecen de forma inmediata, no progresiva), consumo de drogas o medicamentos, tumores, síndrome paraneoplásico y enfermedades degenerativas.

En el caso de las drogas, la más dañina para las células del cerebelo es el alcohol. “El alcohol es tóxico para todas las neuronas, pero en forma muy especial para las células del cerebelo, porque son muy delicadas y sus funciones son muy específicas y exclusivas”, señala Taveras Guzmán.

Medicamentos antiepilépticos y antidepresivos también pueden alterar el funcionamiento de las células del cerebelo y dar lugar a la falta de coordinación motriz.

Por otro lado, dice Taveras Guzmán, aunque solo el cinco por ciento de los tumores del encéfalo ataca al cerebelo, una proliferación anormal de células en este pequeño órgano provoca ataxia.

Tumores en otras zonas del cuerpo podrían, del mismo modo, ser causantes de este desorden. El síndrome paraneoplásico -así se conoce a esta condición- ocurre cuando un tumor a distancia distancia (de pulmón o mama, por ejemplo) libera sustancias tóxicas para el tejido nervioso central.

“Como las neuronas del cerebelo son tan sensibles, empiezan a funcionar mal y se produce una ataxia que uno no entiende por qué se produce porque uno no le ve tumor al paciente, ni nada dañado a nivel del cerebelo; no es alcohólico ni está tomando una medicina que induce la ataxia”, comenta el neurólogo.

“A este tipo de paciente”, prosigue el médico, “probablemente dentro de dos o tres años le sale un tumor que estuvo escondido y que estuvo produciendo la ataxia”.

Por último, cita enfermedades degenerativas como la esclerosis múltiple, que producen focos de afectación a nivel de la sustancia blanca del cerebelo, e inducen a la falta de coordinación en los movimientos. “Esta causa -señala Taveras Guzmán- es menos frecuente”.

¿Existe tratamiento? Las ataxias de origen genético no tienen cura. Ahora bien, Taveras Guzmán explica que en los casos de ataxia por deficiencia de vitamina E o coenzima Q, suministrar esas sustancias hace que los pacientes experimenten mejoría.

“A menos que una ataxia sea inducida por una lesión tratable médicamente, como un tumor o una infección del sistema nervioso central, las ataxias no son tratables”, expresa el neurólogo.

Al paciente se le da seguimiento y se le brinda orientación para que aprenda a sobrellevar su condición. No obstante, la progresión podría depender del tipo y la edad a la que se presenta. Taveras Guzmán dice que un paciente que empieza a sufrir una ataxia hereditaria en la edad media puede sobrevivir hasta 20 o 30 años, pero aquellos que la desarrollan en la infancia mueren jóvenes.

El paciente puede fallecer por complicaciones derivadas de la mala o poca utilización de sus músculos, por una caída, un golpe o problemas al deglutir los alimentos.

“Las ataxias son fáciles de identificar, difíciles de diagnosticar y prácticamente imposibles de tratar adecuadamente”, concluye el especialista.

QUÉ SE TOMA EN CUENTA AL HACER EL DIAGNÓSTICO ï Determinar la causa que provoca la ataxia (enfermedades, consumo de drogas o medicamentos, entre otras).

ï Indagar de forma exhaustiva los antecedentes familiares.

ï Acudir a servicios de fisiatría y psicología, además del neurólogo, a fin de mejorar lo más posible la calidad de vida.

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