KAIRÓS
“Si tu ojo está sano, tu cuerpo entero tendrá luz; si tu ojo está enfermo, tu cuerpo entero estará a oscuras”. Si el cristiano quiere vivir como Jesús, debe tener confianza absoluta en el Padre. Cuando escogemos la vía fácil del dispendio y la falsa piedad, entramos en un retroceso espiritual del que es difícil salir. El modo de vivir al estilo de Jesús hace que demos a la imagen del ojo sano su real dimensión, porque nos invita a “optar con mirada penetrante y sabia el camino que conduce hacia una herencia incorruptible”.