Ecología
Cooperación inclusiva contra la desertificación y la sequía
Con el tema “Cooperación inclusiva para lograr neutralizar la degradación de la tierra” y el eslogan “Proteger el Planeta. Recuperar la tierra. Participación de la gente”, Naciones Unidas celebra hoy Día Mundial de Lucha contra la Desertificación y la Sequía.
La fecha, declarada en 1994 mediante la resolución 49/11, procuraba entre otros objetivos poner en acción la Convención de las Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación (CNULD) en aquellos países afectados por graves sequías o desertificación (o por ambas), especialmente en África.
El evento oficial conmemorativo del 2016 será realizado en Beijing, China.
En un mensaje difundido por este día, el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, señala que la desertificación, la degradación de las tierras, la sequía y el cambio climático están interrelacionados, y que, como resultado de la degradación de las tierras y el cambio climático, “las sequías son más intensas y se producen con más frecuencia, al igual que las inundaciones y las temperaturas extremas”.
Ki-moon compartió cifras y datos sobre la situación en el mundo, casi todos muy alarmantes. Compartimos algunos:
ï Más del 50% de las tierras agrícolas están mediana o gravemente degradadas, y cada año se pierden 12 millones de hectáreas de tierra que dejan de ser cultivables.
ï Cerca de 800 millones de personas padecen subalimentación crónica como consecuencia directa de la degradación de las tierras, la disminución de la fertilidad de los suelos, el uso insostenible de los recursos hídricos, las sequías y la pérdida de diversidad biológica.
ï Durante los próximos 25 años, la degradación de las tierras podría reducir la producción mundial de alimentos hasta en un 12%, lo que incrementaría en un 30% los precios de los alimentos.
ï Lograr la neutralización de la degradación de las tierras implica rehabilitar cada año al menos 12 millones de hectáreas de tierra degradada.
ï La transición a una agricultura sostenible aliviará la pobreza, generará empleo y podría crear, para 2050, unos 200 millones de puestos de trabajo en todo el sistema de producción de alimentos.
Más datos Según el Programa de Naciones Unidas por el Medio Ambiente (PNUMA), más de 6,100 millones de hectáreas, casi un 40% de la superficie del planeta, son tierras secas, parte de las cuales se han convertido en desiertos como consecuencia de actividades humanas.
“Se estima que un 70% de las tierras secas productivas están actualmente amenazadas por diversas formas de desertificación”, registra.
En América Latina y el Caribe, apunta el organismo, más de 600 millones de hectáreas están afectadas, en diversos grados, por el proceso de desertificación.